ASI LOS VIMOS
| Lunes 29 septiembre, 2008
ASI LOS VIMOS
GAPARI
SAPRISSA
Navas: el roce de la bola en la pierna de Drummond lo engañó y permitió un gol en noche de vacaciones.
Núñez: excelente partido; engendró el 2-0 y es un zaguero polifuncional y parejo.
Drummond: se puso a jugar billar con Solórzano y el azar lo hizo perder la partida.
Cordero: raspó el 3-0 en el minuto 90; lo tuvo riquísimo; en defensa no tuvo problemas.
Robinson: se bastó para romper el inoperante vínculo Herrera-Gabriels.
Barrantes: mantuvo a Herrera fuera de acción y se asoció perfecto con Alpízar.
Borges: gol nítido y limpio de cabeza y movimientos tácticos que sacaron de balance a su depredador, Oviedo.
Centeno: Ariel no pudo con él; como dice la canción de Herediano: ninguno pudo con él.
Alonso: se le escapó a Castro; juego sobrio y bombazo al poste.
Solís: esta vez no fue verdugo en la red pero castigó con asociaciones ofensivas de peso.
Alpízar: de nuevo figura; gran gol y aportes ofensivos inteligentes, verticales, intuitivos.
Santana: Wardy le sacó el gol en valiosa intervención.
Russel: entró a bloquear al impetuoso Argenis
Arrieta: Ariel le puso uno en bandeja y lo voló.
ALAJUELENSE
Alfaro: debió salir por la bola en el 1-0: el árbitro lo protege.
Paradón a Santana.
Sils: pésimo; desubicado,desatento; Alpízar se lo tragó.
González: pagó derecho de piso; tras el 2-0 debieron salir todos, pero solo se podía sacar a uno.
Montero: trató de mantener su nivel con cortes dramáticos.
Dawson: inicio desastroso: luego se compensó.
Castro: le tocaba Armando y no lo armó; segunda parte bien ofensiva.
Oviedo: desconocido, sin alma, aburrido y cosa curiosa…hasta amistoso.
Rodríguez: Ariel se perdió en la maraña; nunca paró a Centeno.
Herrera: su entrenador lo escondió en una posición extraña en la que finalmente no jugó de nada.
Guardia: pesa poco; colabora pero no trasciende.
Gabriels: belicoso, anticipado, anda picando en busca de bronca y no se concentra.
Fernández: su ingreso mejoró la formación; anticipó remates desviados en acciones que estaban para más.
Solórzano: de todos los atacantes manudos es el más sólido. Se encontró un gol de chiripa.
Civit: metió al equipo en ofensiva.
GAPARI
SAPRISSA
Navas: el roce de la bola en la pierna de Drummond lo engañó y permitió un gol en noche de vacaciones.
Núñez: excelente partido; engendró el 2-0 y es un zaguero polifuncional y parejo.
Drummond: se puso a jugar billar con Solórzano y el azar lo hizo perder la partida.
Cordero: raspó el 3-0 en el minuto 90; lo tuvo riquísimo; en defensa no tuvo problemas.
Robinson: se bastó para romper el inoperante vínculo Herrera-Gabriels.
Barrantes: mantuvo a Herrera fuera de acción y se asoció perfecto con Alpízar.
Borges: gol nítido y limpio de cabeza y movimientos tácticos que sacaron de balance a su depredador, Oviedo.
Centeno: Ariel no pudo con él; como dice la canción de Herediano: ninguno pudo con él.
Alonso: se le escapó a Castro; juego sobrio y bombazo al poste.
Solís: esta vez no fue verdugo en la red pero castigó con asociaciones ofensivas de peso.
Alpízar: de nuevo figura; gran gol y aportes ofensivos inteligentes, verticales, intuitivos.
Santana: Wardy le sacó el gol en valiosa intervención.
Russel: entró a bloquear al impetuoso Argenis
Arrieta: Ariel le puso uno en bandeja y lo voló.
ALAJUELENSE
Alfaro: debió salir por la bola en el 1-0: el árbitro lo protege.
Paradón a Santana.
Sils: pésimo; desubicado,desatento; Alpízar se lo tragó.
González: pagó derecho de piso; tras el 2-0 debieron salir todos, pero solo se podía sacar a uno.
Montero: trató de mantener su nivel con cortes dramáticos.
Dawson: inicio desastroso: luego se compensó.
Castro: le tocaba Armando y no lo armó; segunda parte bien ofensiva.
Oviedo: desconocido, sin alma, aburrido y cosa curiosa…hasta amistoso.
Rodríguez: Ariel se perdió en la maraña; nunca paró a Centeno.
Herrera: su entrenador lo escondió en una posición extraña en la que finalmente no jugó de nada.
Guardia: pesa poco; colabora pero no trasciende.
Gabriels: belicoso, anticipado, anda picando en busca de bronca y no se concentra.
Fernández: su ingreso mejoró la formación; anticipó remates desviados en acciones que estaban para más.
Solórzano: de todos los atacantes manudos es el más sólido. Se encontró un gol de chiripa.
Civit: metió al equipo en ofensiva.