Encuestas y campaña “virulenta” en contra motivaron decisión

Sismo político: Arias renuncia

No le dará apoyo a Johnny y volvería a presentar candidatura en 2018

Entendió que no tenía posibilidades y prefirió hacerse a un lado, provocando de esta forma, el primer sismo político de 2013.
Tras pensarlo bien durante las fiestas de fin y principio de año, Rodrigo Arias, precandidato del PLN, anunció el viernes que ya no aspirará más a la Presidencia de la República.

Para justificar su decisión, el exprecandidato reconoció que tiene pocas posibilidades ante su contendor Johnny Araya, alcalde de San José, quien lo supera ampliamente en las encuestas.
Asimismo, resaltó que desde que anunció sus aspiraciones políticas en mayo de 2010, fue objeto de “una virulenta campaña de ataques contra mi persona y mi buen nombre”, por parte de sus opositores e incluso medios de comunicación.
Desde el 26 de diciembre anterior se venía valorando esa posibilidad a lo interno de la tendencia arista, tras una reunión privada que sostuvieron el exprecandidato y su hermano Oscar Arias, expresidente de la República, quien le habría recomendado esa decisión.
“Ha sido una campaña especialmente ingrata por lo injustificado de sus ataques, por lo malicioso de sus intenciones y por la ínfima estatura de sus orquestadores. Algunos convierten la política en un lodazal donde hunden honras ajenas. Por esta razón, como principal motivo, no voy a participar en política”, expresó Arias.
La salida de la carrera electoral del exministro de la Presidencia implica que no apoyará a su contendiente Araya, pues ante la pregunta insistente de la prensa, Arias dijo que volverá a dedicar todos sus esfuerzos a las actividades “privadas”.
La renuncia a sus aspiraciones políticas se da a poco más de un año para las elecciones nacionales y a tan solo cuatro meses de la convención interna en Liberación Nacional, en la cual habría tenido que pagar alrededor de ¢30 millones si continuaba con sus aspiraciones.
De esta forma, el camino quedó prácticamente libre para el gobernador capitalino Araya, pues su otro rival en las filas verdiblancas, Fernando Berrocal, figura dentro del margen de error en las encuestas.
De acuerdo con estas mediciones, el 52% de los costarricenses votaría por Araya en la convención liberacionista, mientras que por Arias tan solo el 13%. Berrocal solo tiene el apoyo del 2% de los votantes.
Tras conocer la noticia el viernes en horas de la noche, Araya manifestó que es muy poco probable que se lleve a cabo la convención verdiblanca, pues en semanas anteriores se había reunido con Berrocal y este le hizo saber que era posible que le diera la adhesión.
La renuncia de Arias no sorprende del todo, pues una versión en ese sentido circulaba en los corrillos políticos desde hace semanas.
Esto, a pesar de que a mediados de diciembre, Arias sacó pecho cuando 16 diputados liberacionistas le dieron su apoyo.
En aquella ocasión, aseguró que las encuestas son volátiles y que el panorama cambiaría a partir de enero, cuando finalizaran “los festivales y la repartición de tamales y arroz con pollo”, refiriéndose claramente a la gestión de su contendor Araya como alcalde.
Sobre su futuro político, el exministro de la Presidencia en dos ocasiones prefirió mantenerse cauto, pero no descartó que para 2018 vuelva a presentar su nombre a los electores, pues “uno no sabe a dónde lo llevará la vida”.
No obstante, aseguró que pese a su alejamiento de la política, el arismo se mantendrá vigente en el futuro, pues los ideales de la tendencia seguirán entre los liberacionistas.
La noticia hizo que el viernes se iniciara un reacomodo de fuerzas políticas a lo interno de Liberación Nacional.
Por ejemplo, varios políticos cercanos al exministro de la Presidencia y que le habían dado su apoyo anteriormente, anunciaron públicamente que ahora están con el alcalde capitalino “para todo lo que necesite”, entre ellos Fabio Molina, jefe de fracción de la bancada verdiblanca.

Esteban Arrieta
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Natasha Cambronero
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