Seis beneficios del coaching y cómo diferenciar a un coach certificado

El coaching ha tomado fuerza en los últimos años como un medio para adquirir herramientas y cumplir objetivos en diferentes áreas.

Sin embargo, el desconocimiento sobre esta disciplina puede dar pie a que personas con falta de preparación acompañen a los clientes en su proceso, poniendo en riesgo su toma de decisiones.

“Un coach no da asesoría, no guía; un coach lo que hace es ayudar a que la persona encuentre por sí sola la respuesta. En Costa Rica y en muchos países ahora todo el mundo es coach, porque es una carrera muy nueva en nuestros mercados y todavía no ha madurado. Hay muchas escuelas y lugares que enseñan coaching en cursos cortos que desacreditan lo que es un coach. Mi recomendación es que la persona antes de contratar un coach se informe bien de su trayectoria, de las horas coaching que ha realizado y que además verifique que la educación de ese coach sea de una escuela avalada por alguna institución como ICF Global que es la organización líder del coaching a nivel mundial”, dijo Debbie Lukowiecki, coach ejecutivo y presidenta del Capítulo de Costa Rica del International Coaching Federation (ICF).

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En este sentido es fundamental no confundir el coaching con asesoría o consultoría, pues el coach ayuda a las personas a encontrar las respuestas por su cuenta, a alcanzar su potencial más alto y a cumplir sus propias metas, a través de preguntas poderosas que las sacan de su zona de confort.

Asimismo, el coaching ofrece herramientas para crear conciencia, establecer metas realistas y desarrollar estrategias efectivas a fin de lograr esos objetivos.

“El coaching consiste en ayudarle a una persona a aprender, en lugar de enseñar. Es liberar su potencial para que pueda incrementar al máximo su desempeño”, complementó Karol Calderón, vicepresidenta de ICF Costa Rica, haciendo mención de John Whitmore, quien se conoce como padre del coaching.

El momento ideal para buscar a un coach es cuando la persona identifica esas áreas en las que le gustaría mejorar, pero no sabe cómo o por dónde empezar.

Una vez que se tiene conciencia sobre esas oportunidades, la labor del coach se centra en mostrar una visión externa de todo el panorama para que la persona identifique cuáles son los comportamientos que debe cambiar y cuáles son los nuevos hábitos o cosas que debe hacer.

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Es importante resaltar que el ejercicio parte del presente al futuro, por lo que no se trabajan temas del pasado como en una terapia psicológica, y el coaching se diferencia por ser un trabajo totalmente personal, ya que los coaches no son expertos en un tema en específico.

Otro punto relevante es el código de ética que debe tener el coach y establecer claramente un acuerdo de confidencialidad, aclarar lo que hace un coach y ser muy honesto cuando no hay química.

“Hay un gran peligro cuando las personas buscan coaches y no saben a quién están contratando. Una de las metas que tiene el coaching es generar autonomía en las personas, es decir, que llegue a conseguir su propia salida a las situaciones que tiene, entonces no genera una relación de dependencia sino por el contrario, genera sus propios recursos para llegar a esas salidas”, señaló Calderón.

Por ello, a la hora de buscar un coach es importante verificar que cuente con las credenciales necesarias y que tenga actualización constante.

Este tipo de estándares éticos y profesionales son los que cumplen los asociados del ICF, organización con más de 50 mil asociados en más de 150 países, y más de 25 años de experiencia.

“En IFC Costa Rica contamos con un directorio con más de 80 socios registrados, donde uno puede leer un poco de su experiencia y credencial para contactarlos y encontrar un coach que se adapte más a lo que busque”, finalizó Lukowiecki.