San Carlos dio cuenta de un Monstruo remozado
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Miércoles 24 julio, 2019
Sobrio, sólido y solvente, así lució el campeón nacional, San Carlos, durante su debut en el Torneo Apertura, cuando dio cuenta del Deportivo Saprissa gracias a un golazo del novel Rashid Chirino.
El monarca no resintió la ausencia de cuatro piezas de su formación estelar de la temporada anterior, e incluso el técnico, Luis Antonio Marín, se dio el lujo de dejar en reserva a otras figuras que, como Diego Madrigal y José Luis Cordero, por citar solo a dos, no vieron acción en este compromiso.
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Contra el Monstruo no actuaron el defensa central Aarón Salazar ni el volante central Roberto Córdoba por estar con la selección pre-olímpica; tampoco el mediocampista y capitán Carlos Acosta, y el atacante Alberth Villalobos, de regreso al Herediano.
Los sustituyeron el defensor Claudio Pérez, los mediocampistas Gustavo Díaz, quien debutó con todo éxito con los Toros y el autor del gol, Chirino, así como el atacante Marco Mena, quien hizo yunta con Álvaro Saborío.
Y hablando de don Álvaro, en los primeros 20 minutos de acción y gracias a errores de la defensa morada en sus afanes de “salir jugando”, como lo ordena su técnico Walter Centeno, tuvo tres mano a mano con el espigado portero Aarón Cruz, dos se los remató al cuerpo y otro salió ligeramente desviado.
Como lo dijo luego el técnico Marín, son oportunidades que Saborío pocas veces pierde; en esta ocasión fueron tres las que se escaparon de sus piernas goleadoras.
Si el máximo goleador de la campaña pasada anota, Saprissa pudo caer por cifras escandalosas.
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Sin embargo, salió derrotado por la mínima, con una alineación repleta de caras nuevas que, con el paso del torneo, irán probablemente a la suplencia, una vez regresen a la nómina piezas estelares como Ricardo Blanco, Luis José Hernández, Mariano Torres, Christian Bolaños y Randall Leal, entre otras.
Nos gustó mucho el fútbol de Esteban Rodríguez como volante central, no le pesó el uniforme; tampoco a Jean Carlo Agüero y a Yahel López, este, un fino defensor lateral.
Quedaron debiendo José Rodolfo Alfaro, a pesar del bólido que le desvió Marco Madrigal, el volante Jonathan Martínez y el ariete Manfred Ugalde, en exceso individualista.
A Byron Bonilla el “Paté” le dio pocos minutos, y no pudo ni arrancar, aparte de la pegajosa marca de Marvin Obando quien como el vino, cada nueva temporada juega mejor.
gpandolfo@larepublica.net
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