Sabor argentino
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 11 noviembre, 2011
Sabor argentino
El restaurante Aquí Es destaca por su servicio, la carta justa y variada y precios razonables
Lo había visto varias veces cuando detenía el automóvil en la esquina al mediodía, siempre lleno, hasta que decidimos ir a probar. Llegamos a este restaurante decorado con cariño a la usanza argentina.
Lo visitamos, experimentamos, escuchamos, observamos el servicio, vimos la carta, justa, variada y con precios muy razonables.
El salonero nos hizo acertadas recomendaciones, escogimos carne, desde luego, experimentamos su cálido y pronto servicio, estuvo atento siempre desde principio a fin.
Nos llamó la atención la espontánea declaración en voz alta de un par de damas que al levantarse de la mesa manifestaron su gran satisfacción por el servicio y la comida.
Los platos llegaron, las empanaditas de entrada deliciosas, la carne en su punto y desde una ventana el propietario de origen argentino, observaba el servicio.
El salonero nos consultó sobre la calidad de la comida y el almuerzo concluyó con postres y café. Este sitio solo abre durante el almuerzo, sábados inclusive, el cual nos manifiestan es más familiar, cierra domingos.
La pretensión de este restaurante se cumple, de forma ágil, atender clientes de la mayoría de empresas colindantes que buscan una muy buena calidad-precio a la hora del almuerzo.
Definitivamente es agradable encontrarse con un sitio así, que lo tiene claro, comida casera en un restaurante que no se lanza a satisfacer todo tipo de clientes, mañana tarde y noche aunque se lo pidan.
Servicio impecable, rica comida, buenos precios y el dueño presente. ¿Qué más pedir?
El restaurante Aquí Es destaca por su servicio, la carta justa y variada y precios razonables
Lo visitamos, experimentamos, escuchamos, observamos el servicio, vimos la carta, justa, variada y con precios muy razonables.
El salonero nos hizo acertadas recomendaciones, escogimos carne, desde luego, experimentamos su cálido y pronto servicio, estuvo atento siempre desde principio a fin.
Nos llamó la atención la espontánea declaración en voz alta de un par de damas que al levantarse de la mesa manifestaron su gran satisfacción por el servicio y la comida.
Los platos llegaron, las empanaditas de entrada deliciosas, la carne en su punto y desde una ventana el propietario de origen argentino, observaba el servicio.
El salonero nos consultó sobre la calidad de la comida y el almuerzo concluyó con postres y café. Este sitio solo abre durante el almuerzo, sábados inclusive, el cual nos manifiestan es más familiar, cierra domingos.
La pretensión de este restaurante se cumple, de forma ágil, atender clientes de la mayoría de empresas colindantes que buscan una muy buena calidad-precio a la hora del almuerzo.
Definitivamente es agradable encontrarse con un sitio así, que lo tiene claro, comida casera en un restaurante que no se lanza a satisfacer todo tipo de clientes, mañana tarde y noche aunque se lo pidan.
Servicio impecable, rica comida, buenos precios y el dueño presente. ¿Qué más pedir?