Firmado convenio de cielos abiertos

Qatar Airways vendría al país

Arabes más ricos del mundo podrán pasearse por playas y montañas nacionales

Qatar Airways, una de las seis aerolíneas distinguidas con cinco estrellas de excelencia por su servicio, aterrizaría pronto en Costa Rica.
Aunque el establecimiento de vuelos directos es algo casi imposible, existe una enorme oportunidad de capturar el turismo de algunos de los árabes más ricos del mundo.
Esto mediante el establecimiento de escalas o transbordo de pasajeros en suelo nacional, provenientes de sus vuelos a sus destinos en este continente como Argentina, Brasil, Estados Unidos, Canadá, o por qué no, a España.
Esto mediante un convenio de cielos abiertos firmado ayer entre representantes del Gobierno de Costa Rica y Qatar.
Se trata del primer acuerdo de este tipo con un país de Oriente Medio, el cual permitirá acortar distancias y fomentar el turismo entre ambas naciones.
Lo que se busca es fomentar y desarrollar el tráfico aéreo entre ambos destinos, al facilitar la operación de las aerolíneas con la frecuencia y capacidad que estas requieran.
Esto con el aval y vigencia de la legislación migratoria y aeronáutica aplicada tanto en nuestro país como en el Emirato Arabe.
“Esto significa que las líneas aéreas de Qatar podrán operar rutas dentro de territorio costarricense, realizar escalas o transbordo de pasajeros cuando lo necesiten”, dijo Allan Flores, ministro de Turismo.
Las conexiones de transporte aéreo son vitales en una economía que apuesta al turismo como motor de desarrollo económico, de ahí la importancia que adquieren las nuevas políticas.
Qatar posee el producto interno bruto per cápita más alto del mundo, con un estimado de $73 mil, algo muy similar a los principales países de Europa Occidental.
Su economía se caracteriza por un vertiginoso crecimiento en las exportaciones de hidrocarburos como el petróleo y el gas natural, cuyas reservas se calculan durarían casi 40 años en acabarse.
Anteriormente a estas actividades, la pesca y la recolección de piedras preciosas, eran los motores de su economía.

Johnny Castro
jcastro@larepublica.net