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Presidenta se muestra evasiva

Natasha Cambronero redaccion@larepublica.net | Jueves 10 noviembre, 2011




Laura Chinchilla restringe acceso y elude hablar con un sector de la prensa
Presidenta se muestra evasiva

Negociación de plan fiscal y presupuesto ahogan agenda de la mandataria

Sobre sus espaldas no carga cualquier presión, su popularidad en las encuestas va en caída, cada vez más sectores productivos se unen en contra del plan fiscal que promueve personalmente en el Congreso, desde agricultores hasta multinacionales reprueban sus acciones.
Aunado a ello, carga con la crítica de un sector de la prensa y de la población de que su gobierno está haciendo poco, o bien, se desconoce el rumbo a donde dirige el país.
Prueba de ello es la merma en los índices de competitividad. Además, todavía no encuentra la medicina justa para la crisis financiera de la Caja Costarricense de Seguro Social.
Ante esta coyuntura y previendo preguntas incómodas, la presidenta Laura Chinchilla ha optado por eludir a la prensa, al menos a un sector de ella sin complacencias.
Así desde el 2 de agosto, cuando en una conferencia de prensa se puso de pie e hizo el intento de marcharse ante una consulta que no fue de su agrado.
En otros eventos, solo lee el discurso que previamente preparó para luego escabullirse por la puerta de atrás, como ocurrió en el 70 aniversario de la Caja.
En cuestión de meses, la mandataria pasó de atender a la prensa en cualquier momento y lugar, a rodearse de un séquito de guardaespaldas que impiden a las cámaras, micrófonos y grabadoras acercársele.
A tal punto, que en ocasiones los empujones y golpes de sus escoltas han ocasionado enfrentamientos con varios periodistas. Estos incidentes se han querido hacer ver como hechos aislados, no obstante han venido acompañados de un notable cambio de actitud de la Presidenta hacia los medios de comunicación.
Más recientemente, ante las acaloradas discusiones que están hoy en la palestra, Chinchilla ha optado por hablar solo en las actividades que ella considere convenientes.
Por su parte, LA REPUBLICA ha intentado conocer el punto de vista de la Presidenta sobre la discusión del paquete tributario en el Congreso, la solidez del pacto fiscal con el Partido Acción Ciudadana, la caída constante de su popularidad, la merma en los índices de competitividad nacional y los cuestionamientos en torno al rumbo que toma el país en sus manos, entre otras cosas; sin embargo, la evasión ha sido la tónica de respuesta desde su oficina de prensa.
Desde hace semanas se tramitó una entrevista con la gobernante, pero en dos ocasiones, la cita que ya estaba pactada fue cancelada.
La primera vez se postergó ocho días, y la segunda sin acordar una nueva fecha en el corto plazo, pues complicaciones de última hora en su agenda se lo impiden.
Una agenda plagada de discursos en celebraciones de aniversarios, aperturas, clausuras y hasta una reunión con una modelo para dialogar sobre el aleteo de tiburón.
En el Gobierno aducen que las negociaciones en el seno de la Asamblea Legislativa y la trascendencia de los proyectos que ahí se discuten, impiden a Chinchilla de momento programar encuentros con la prensa.
“En este momento se negocian el plan fiscal y el presupuesto nacional, dos proyectos cuyo plazo para presentar mociones está por vencer. Por esa situación se consideró que lo más prudente era dejar la agenda de la mandataria un poco más flexible, por si tiene que negociar o hacer llamadas de imprevisto”, dijo Roberto Gallardo, ministro de Comunicación.
“Depende del carácter del presidente, hay unos más temerosos que otros. Aunque en las grandes democracias es obligación de cada presidente estar en el debate y responder los cuestionamientos de la oposición y la prensa”, manifestó Víctor Ramírez, analista político.

Natasha Cambronero
ncambronero@larepublica.net






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