Blackburn y Tejeda: yerros del Alajuelense

En las formaciones de los equipos de fútbol hay posiciones claves y tres de ellas son: portero, el 10 y el 9.

Cuando el cuerpo técnico de un equipo, se supone con la aprobación de su dirigencia, ficha a un “nueve”, es para ponerlo de titular y a jugar desde el primer partido.

Están firmando a un goleador: el “nueve” es el centro delantero y es el mayor responsable de mover los cordeles enemigos.

La dirigencia del Alajuelense o su cuerpo técnico ha caído en el error por dos temporadas consecutivas, de firmar a un “nueve” y no darle rango de estelar: Rolando Blackburn y ahora Angel Tejeda.

Tanto el canalero como el catracho firmaron con el Alajuelense para ver desde la banca, jugar al indiscutible “nueve” del León: Johan Venegas, máximo goleador del campeonato.

El nuevo 9 del equipo, recién fichado, debe arrancar como titular que para eso lo firmaron y no jugar contra la pared y enviado a la guerra, unos pocos minutos en el cierre de los juegos, cuando el equipo va perdiendo, que es la historia de Angel Tejeda esta temporada con el León.

Ha sido titular por cuenta gotas; creo que no ha jugado un partido completo y como en el clásico, entró en el minuto 81, cuando queda poco tiempo y espacio para resolver la situación adversa.

Si repasamos la suplencia del Alajuelense, notamos que el 80% de sus jugadores son atacantes y quizá uno de ellos es defensa.

Si el cuerpo técnico de la Liga considera que Johan Venegas es su “nueve” titular; que el joven Doryan Rodríguez es su “nueve suplente” o el 9 del futuro; si además tienen a Alcócer, Mora, Góndola y Pérez entre otros: ¿para qué contrató a Tejeda?

Y no se trata de analizar si es buen o mal jugador: es que no hace falta.

Era de muchísima más urgencia fichar a un defensa central de perfil derecho, que pudiera sustituir a Pipo González. Recientemente que Giancarlo se lesionó, Andrés Carevic tuvo que jugar con dos centrales de perfil zurdo: Alexis Gamboa y Juan Luis Pérez. Creo que Erick Cabalceta también es zurdo.

¡Entonces!

Si firmar a Blackburn fue un fracaso porque el equipo no lo necesitaba, repiten el yerro con Tejeda, quien pierde confianza al notar que no es titular, que es reserva, que juega pocos minutos, siempre a la guerra, lo que lo convierte en una pieza innecesaria para el equipo.

El ariete hondureño es víctima de una dirigencia o cuerpo técnico de poca visión y nula proyección futbolística.