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NACIONALES


Podemos ahorrar $100 millones al año

| Lunes 22 abril, 2013




ANÁLISIS

Alto costo del pago a empleados públicos por dedicación exclusiva

Podemos ahorrar $100 millones al año

Rubro innecesario contribuye a altas tasas de interés, así como a colón caro

Podemos ahorrar unos $100 millones (¢50 mil millones de colones) al año, si se dejara de pagar la dedicación exclusiva a decenas de miles de empleados del sector público.
Mientras el costo de este privilegio es alto, en la mayoría de los casos no representa ningún beneficio para el público.
Además, es un costo significativo para un Gobierno que cada año gasta aproximadamente $2 mil millones más de lo que recibe, o sea no menos del 5% del valor anual de la producción nacional.
Tampoco parece que la dedicación exclusiva sea un derecho adquirido de los funcionarios; sin embargo, el Gobierno hasta la fecha no ha iniciado ninguna medida para reducir este gasto a menudo innecesario.
El concepto de una compensación adicional, a cambio de la cual quien la recibe se compromete a no ocupar otro cargo, es válido en relación con los puestos, en los que se manejen los temas estratégicos o confidenciales, así como los que no deben tener ningún conflicto de interés.
En la primera categoría estarían incluidos los de ministros, viceministros y otros altos burócratas, mientras los jueces serían un ejemplo de la segunda.
Se podría también ofrecer el pago por dedicación exclusiva, a los empleados del sector público, que están obligados a trabajar un horario inconveniente, como puede suceder en el caso de médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud.
No obstante, en Costa Rica un médico o una enfermera que trabaja en la Caja recibe una compensación adicional por trabajar noches, fines de semana o días festivos, así que el pago por dedicación exclusiva representa una doble ventaja.
“Trazar una línea de los puestos que deberían recibir este plus resulta sumamente difícil, pero en términos generales podríamos indicar que se trata de un beneficio limitado a altos jerarcas de las instituciones del Estado, puestos esenciales para la administración u operación de cada institución”, comentó Ricardo Vargas, de Oller Abogados.
Sin embargo, el Gobierno les ofrece este privilegio a miles de personas, que ocupan puestos ordinarios.
Solamente en la Caja, a no menos de la mitad del personal se le paga la dedicación exclusiva, a un costo anual para los contribuyentes de unos $37 millones.
Dicho pago puede aplicarse en el caso de trabajadores con puestos altos o según responsabilidad especial; sin embargo, no todos deberían recibirlo, señaló María Luisa Ávila, exministra de Salud.
En el Ministerio de Hacienda, que administra la información sumamente confidencial de cientos de miles de costarricenses, se paga la dedicación exclusiva a tan solo el 9% del personal.
Mientras tanto, hay varios ministerios, incluyendo Seguridad y Cultura, que también pagan un alto porcentaje del personal, un monto para dedicación exclusiva, que en promedio representa el 25% sobre el salario base del empleado del sector público.
Al analizar únicamente el caso de los ministerios más importantes, el monto anual pagadero por el Gobierno por este concepto ascendería a más de $100 millones.
Mientras tanto, unos pocos empleados del sector privado reciben un pago para la dedicación exclusiva.
“En el sector privado el pago por dedicación no se utiliza, es el Estado que cancela un rubro por este concepto”, dijo Gloria Ramos, de Nassar Abogados.
Sería posible poner fin a este privilegio, al suponer que la dedicación exclusiva no constituiría un derecho adquirido, sino un intercambio mutuo.
En este sentido, el Estado dejaría de pagar este monto, mientras permitiría a los empleados hacer cualquier otro trabajo.
“No podría considerarse un derecho adquirido, lo anterior por cuanto su reconocimiento debe tener un fundamento jurídico, sea alguna ley, reglamentación o directriz”, agregó Vargas.
Este tipo de fundamento no existe; sin embargo, es casi seguro que los empleados estatales se opondrían a cualquier intento de limitar los existentes pagos de la dedicación exclusiva.
Es hasta ahora que el Estado ha mostrado poca inclinación a recortar su déficit, que empuja hacia arriba las tasas de interés, así como el valor de la moneda nacional, al reducir el costo de los beneficios laborales, incluida la dedicación exclusiva que conforma parte de su gasto.

Gabriela Vargas
gvargasg@larepublica.net







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