Pequeños hoteles innovan con fabricación de cerveza artesanal
Jeffry Garza jeffrygarza.asesor@larepublica.net | Lunes 28 marzo, 2016
Un grupo de pequeños hoteles apuesta al negocio de cerveza artesanal para complacer las exigencias de turistas extranjeros, uno de los mercados fuertes para este producto.
Lake Arenal Hotel & Microbrewery, en Tilarán; Kaya's Place, en Puerto Viejo; Hotel Belmar, en Monteverde, y Witch's Rock Surf Camp, en Tamarindo, son ejemplos de alojamientos que tienen su propia cervecería, para ofrecer la bebida hecha en casa a sus huéspedes.
Jean-Paul Cazedessus, estadounidense con 18 años de residir en nuestro país, fue uno de los pioneros de la cerveza artesanal en Costa Rica, y el primero en venderla en su propio hotel.
Bajo la marca Lake Arenal Microbrewery, Cazedessus distribuye su producto a varios clientes en San José, Monteverde y algunas playas del Pacífico.
En su hotel vende seis tipos de cerveza, que siguen un proceso de producción amigable con el ambiente, pues los desechos que genera los aprovecha para alimentar ganado.
Su pasión la comparte Jason Tyler, originario de Vermont, una de las regiones de mayor tradición cervecera en Estados Unidos.
Tyler es propietario de Kaya's Place y la cervecería Bribri Springs Brewery, con sede en Playa Negra, de Puerto Viejo.
Ahí vende nueve tipos de cerveza elaboradas con agua de manantial, y muy pronto, ofrecerá una variedad con cacao y coco de la zona.
“El costarricense no sabe mucho de cerveza artesanal. Al usar ingredientes nacionales puedo hacer que la gente se acerque más”, detalló Tyler.
Por último, se encuentra el Hotel Belmar, en Monteverde, donde se venden tres tipos de cerveza, una de ellas a base de ingredientes orgánicos.
“Aurora”, el nombre de la bebida, sigue la línea del hotel, que también es un centro de bienestar, que incorpora yoga y pilates.
Debido a que la cerveza artesanal es considerada una especialidad, permite manejar precios más altos, sin embargo, la rentabilidad depende del volumen de producción y tipo de equipo usado.
El precio de una pinta de esta bebida ronda los ¢3 mil en promedio.
“Definitivamente puede ser muy buen negocio y por esa razón en otros países se ha popularizado tanto el concepto de bares u hoteles que producen su propia cerveza”, dijo Luis Arce, presidente de la Asociación Nacional de Cerveceros Artesanales.
El mercado artesanal crece a grandes pasos, y las zonas turísticas son una buena opción para comercializar, precisamente por el gusto de los estadounidenses y europeos, el grupo de visitantes más numeroso en Costa Rica.
“El mercado norteamericano tiene un movimiento de cerveza artesanal muy fuerte y el concepto está muy difundido en la población. Los europeos por tradición están acostumbrados a cervezas de estilos más variados y no solo la cerveza ‘lager’ comercial”, explicó Arce.
En el país hay 44 cervecerías de este tipo, según datos de Asociación Nacional de Cerveceros Artesanales.