Partidos pequeños desafían maquinaria electoral tradicional

Cansados de promesas sin cumplir, decenas de partidos alternativos desafían este domingo en las elecciones de alcalde, la maquinaria electoral de las agrupaciones tradicionales.
Los grupos alternativos confían en que las buenas intenciones y el reconocimiento público de sus líderes comunales, podrán vencer en las urnas a los pesos pesados de la política nacional, que tienen a su haber, dinero, organización y la experiencia de muchos años en el ring electoral.
Para la mayoría de estos grupos alternativos, el voluntariado, la campaña puerta a puerta y el uso de las redes sociales, son las armas para captar votos, ya que difícilmente puedan conseguir préstamos para financiar sus operaciones.
Pese a las dificultades que enfrentan, este domingo 60 partidos cantonales irán a las urnas, lo que representa un aumento de la mitad, si se compara con las elecciones de 2010.
En cada una de las tres elecciones anteriores, un máximo de cinco partidos emergentes logró dar la sorpresa en la contienda en cada votación, por lo que las perspectivas son pocas halagüeñas.
De esos partidos alternativos el más exitoso es Curridabat Siglo XXI, que ha ganado todas las elecciones de 2002. Para este domingo, Édgar Mora, alcalde de ese cantón, busca la reelección para un tercer periodo consecutivo.
“En Curridabat tenemos ganas de decir que hay otro modo de conformar la sociedad y que la confianza, la reciprocidad, la empatía y la comprensión tienen un lugar importantísimo en ella. Hagámoslo, sobre todo, cuando las encuestas nos dan más votos que a los otros cinco aspirantes”, dijo Mora.
Otra agrupación minoritaria que podría triunfar es Alianza Por San José, la cual es encabezada por su candidato Johnny Araya, que trata de regresar a la función pública, tras las elecciones presidenciales de 2010 en las que representó a Liberación.
Araya cuenta con dirigencia fiel a sus intereses, la cual valora su trabajo como alcalde por 20 años.
Por otra parte, el Republicano Socialcristiano, que dirige el expresidente Rafael Ángel Calderón, es toda una incógnita, ya que cuenta con el respaldo de antiguas estructuras del calderonismo.