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Miércoles, 1 de mayo de 2024



NOTA DE TANO


Nota de Tano

Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Miércoles 17 febrero, 2016

Gaetano Pandolfo

Mataron a Gustavo Orozco.
Balearon a Tavito.
Eran las 9.55 de la mañana del pasado sábado, estaba a punto de iniciar mi programa Tano...Qué tal!, y quedé petrificado con la noticia que me daba don Jorge Coto.
Gustavo disfrutaba de una despedida de soltero carretera a Paraíso, conversaba con su hermano, pasó una moto con un par de asesinos, dispararon y mataron a “Movi”, como le decían sus amigos cartagos.
Un blanco equivocado.
Qué sin gracia y qué desgracia.
Gustavo era hermano del alma, parte del grupo que religiosamente nos reuníamos los martes para compartir experiencias, fortalezas y esperanzas en procura de mejorar nuestra calidad de vida.
Don Jorge, el profe Juan Luis, Steven, Edguitar, Juanca, Jonathan, Murillito, Avelino, Mario, todos destrozados hoy por el asesinato de Gustavo.
Mecánico de 32 años, graduado del INA, “Tavito” era un pedazo de pan metido en un cuerpo de oso polar, capaz de arrodillar a dos o tres rivales de un solo “huevazo”, dada la fortaleza de sus brazos, pero tenía alma de niño.
Cómo vamos a extrañar las visitas a su casa en Aguacaliente; tantos y tantos martes que compartimos en Cartago y San José; las atenciones de doña Rosa su mamá, despedazada por esta tragedia. Los emparedados de queso que me preparaba esta señora tenían un sabor sin igual.
El trato amable de Magaly, la hermana que tuvo en Gustavo a otro padre, dado que el progenitor falleció siendo los hermanos muy jóvenes, y Ronny el otro hermano presente en la tragedia y que pudo seguir a los asesinos y desbaratarles parcialmente la cobarde huida.
¡Violencia, maldita violencia!
¿Cómo es posible que Tavito esté muerto?
¿Cómo que lo mataron porque los asesinos se equivocaron de blanco? ¿Cómo le quitan la vida a este muchacho, repleto de ilusiones, catequista, sin vicios, dueño de un taller mecánico en su comunidad que levantaba a huevo?
En la última romería reventaron los dedos de sus piernas en Tres Ríos, pero su fe lo llevó hasta el altar de la Negrita a la que veneraba con devoción; amigo de paseos, campamentos, pesca, novio enamorado de Paola, lleno de proyectos, unos desalmados se suben a una moto, sacan sus armas, disparan y matan, y matan a Gus, amigo, hermano, ser humano excepcional y a todos los que lo amamos nos dejaron impotentes y huérfanos.
Sin este gordito bueno ya nada será igual.
Cuerpo de oso, alma de niño, reposa en paz.

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