Reto de Ministro de la Presidencia será tender puentes con la oposición

“No soy un primerizo en política”: Melvin Jiménez

Niega que “lo bailen” diputados colmilludos

Aunque su experiencia en la política apenas registra un puñado de meses bajo la tormenta pública, el reto no lo intimida.
Melvin Jiménez considera que él tiene lo necesario para asumir adecuadamente el Ministerio de la Presidencia
“No soy un primerizo”, responde Jiménez de manera acelerada, cuando se le pregunta por su currículo.

Durante casi dos décadas, Jiménez se ha ganado el pan coordinando organismos internacionales.
En esos cargos, ganó experiencia creando puentes de diálogo y negociando acuerdos de todo tipo en el área de las comunidades, la agricultura y el ambiente.
Las cualidades desarrolladas durante ese lapso, le servirán —según él— para recorrer los pasillos de Cuesta de Moras con la conciencia tranquila, sabedor de que los diputados propios y de oposición no lo bailarán a la hora de negociar.
A sus 57 años, este obispo luterano y máster en teología, asumirá a partir de mayo un puesto neurálgico, del cual puede depender el éxito o fracaso del Gobierno entrante.
Él lo sabe, pero no le preocupa.

¿Cómo asume el reto de ser Ministro de la Presidencia en el Congreso más fraccionado de la historia?
Estamos tranquilos y con la confianza de que haremos un buen papel para el éxito de este Gobierno de Luis Guillermo Solís. Creo que es clave que Casa Presidencial tenga un diálogo permanente con la Asamblea, para crear la gobernabilidad necesaria que permita avanzar en los retos tan complicados que tenemos.

¿Cree usted que el éxito o fracaso del nuevo Gobierno depende en buena medida de su trabajo?
Creo que en parte es así, pero a final de cuentas se trata de un trabajo conjunto que incluye a todo el gabinete y la Asamblea Legislativa.

¿Le genera algún tipo de temor no tener experiencia política?
No soy un primerizo en política. Recuerde que todos somos seres políticos y en ese sentido, he caminado mucho en los diálogos con la sociedad civil, en temas complicados como la Caja, la crisis económica y las reivindicaciones del sector indígena y agropecuario, entre otras áreas.

¿Pero la Asamblea Legislativa es muy diferente a eso, ahí encontrará políticos colmilludos y hasta algunos que quieran pararse en la escoba del nuevo Gobierno?
La Asamblea Legislativa es tan solo otro punto de vista más de trabajo y negociación. En el Congreso he tenido la oportunidad de hacer varias cosas para la sociedad civil a lo largo de los últimos años, por lo que no me toma desprevenido lo que pasa ahí. Además, en los últimos días he estado cerca de los diputados entrantes del PAC y de la oposición. En ese sentido, ya estamos caminando.

¿Cuál es su principal virtud para asumir el cargo?
Don Luis ha reconocido en mí una persona de mucha escucha, de mucho diálogo y sobre todo la capacidad de tender puentes de diálogo y seguir avanzando. Todas esas cualidades las he demostrado a lo largo de mi vida y en esta campaña, y él lo ha detectado.

¿Cuán importante será este primer año de gestión?
Estoy consciente del reto que significa.

Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net
@earrietaLR