Morales y opositores buscan recuperar confianza
| Jueves 13 marzo, 2008
Morales y opositores buscan recuperar confianza
Llamado al diálogo por parte del gobierno apunta a una flexibilización de su postura
La Paz
EFE
La Corte Electoral de Bolivia abrió la oportunidad de reconducir la crisis que vive el país, pero el Gobierno de Evo Morales y sus opositores necesitan recuperar la confianza mutua y acudir quizá a mediadores para retomar el diálogo.
Esta es al menos la opinión de analistas consultados por Efe y medios de comunicación bolivianos, que coincidieron en que la decisión de la Corte Electoral (CNE) de suspender los referendos constitucionales y autonómicos que enfrentan a Gobierno y oposición es una oportunidad para rectificar “ilegalidades y errores”.
El respaldo de Morales a la CNE y su llamada al diálogo son una señal de que el Ejecutivo ha “flexibilizado” su posición y de que reconoce, implícitamente, que su Gobierno ha cometido “excesos”, según dijo a Efe el analista Carlos Cordero.
Uno de esos “excesos” sería la aprobación de las leyes de los referendos constitucionales, en una polémica sesión parlamentaria celebrada el 28 de febrero, con el Congreso sitiado, sin debate y con agresiones a varias diputadas de la oposición.
Sin embargo, la politóloga Ximena Costa interpretó que la actuación de la CNE responde a una “inteligente” estrategia dirigida por el Ejecutivo que, ante el avance imparable de los procesos autonomistas, ha usado un mecanismo institucional para frenarlos, aun sacrificando sus propias consultas sobre la Constitución.
En cualquier caso, se vuelve a plantear una “grandiosa oportunidad” para consensuar los “temas críticos” del país, según Costa, pero “lo difícil es la reconstrucción de la confianza mutua” entre Gobierno y oposición, dijo Cordero.
Uno de los interrogantes de este escenario es quién será capaz de volver a sentar en una misma mesa de negociación a Gobierno y a opositores, porque parece que ninguno de los dos responderá al llamado del otro.
Algunos analistas coincidieron con el opositor Poder Democrático y Social (Podemos, derecha) en que debe intervenir la iglesia, y en concreto, el cardenal Julio Terrazas, máxima autoridad católica en Bolivia.
Sin embargo, esta opción no sería del agrado de las bases que apoyan al presidente Evo Morales aún en el caso de que el Gobierno tuviera la “sensatez” de aceptarla, opinó Costa.
Otras voces apuntaron a la diplomacia acreditada en La Paz, a la Organización de Estados Americanos (OEA) e incluso a Naciones Unidas (ONU), pero lamentaron que Bolivia deba recurrir a actores externos para solucionar sus problemas.
De momento, la “pelota” está en “la cancha” del Congreso, que el viernes se reunirá para analizar las resoluciones de la Corte Electoral. La incógnita es si, en esa sesión, se decidirá el aplazamiento de los referendos constitucionales convocados para el 4 de mayo.
Llamado al diálogo por parte del gobierno apunta a una flexibilización de su postura
La Paz
EFE
La Corte Electoral de Bolivia abrió la oportunidad de reconducir la crisis que vive el país, pero el Gobierno de Evo Morales y sus opositores necesitan recuperar la confianza mutua y acudir quizá a mediadores para retomar el diálogo.
Esta es al menos la opinión de analistas consultados por Efe y medios de comunicación bolivianos, que coincidieron en que la decisión de la Corte Electoral (CNE) de suspender los referendos constitucionales y autonómicos que enfrentan a Gobierno y oposición es una oportunidad para rectificar “ilegalidades y errores”.
El respaldo de Morales a la CNE y su llamada al diálogo son una señal de que el Ejecutivo ha “flexibilizado” su posición y de que reconoce, implícitamente, que su Gobierno ha cometido “excesos”, según dijo a Efe el analista Carlos Cordero.
Uno de esos “excesos” sería la aprobación de las leyes de los referendos constitucionales, en una polémica sesión parlamentaria celebrada el 28 de febrero, con el Congreso sitiado, sin debate y con agresiones a varias diputadas de la oposición.
Sin embargo, la politóloga Ximena Costa interpretó que la actuación de la CNE responde a una “inteligente” estrategia dirigida por el Ejecutivo que, ante el avance imparable de los procesos autonomistas, ha usado un mecanismo institucional para frenarlos, aun sacrificando sus propias consultas sobre la Constitución.
En cualquier caso, se vuelve a plantear una “grandiosa oportunidad” para consensuar los “temas críticos” del país, según Costa, pero “lo difícil es la reconstrucción de la confianza mutua” entre Gobierno y oposición, dijo Cordero.
Uno de los interrogantes de este escenario es quién será capaz de volver a sentar en una misma mesa de negociación a Gobierno y a opositores, porque parece que ninguno de los dos responderá al llamado del otro.
Algunos analistas coincidieron con el opositor Poder Democrático y Social (Podemos, derecha) en que debe intervenir la iglesia, y en concreto, el cardenal Julio Terrazas, máxima autoridad católica en Bolivia.
Sin embargo, esta opción no sería del agrado de las bases que apoyan al presidente Evo Morales aún en el caso de que el Gobierno tuviera la “sensatez” de aceptarla, opinó Costa.
Otras voces apuntaron a la diplomacia acreditada en La Paz, a la Organización de Estados Americanos (OEA) e incluso a Naciones Unidas (ONU), pero lamentaron que Bolivia deba recurrir a actores externos para solucionar sus problemas.
De momento, la “pelota” está en “la cancha” del Congreso, que el viernes se reunirá para analizar las resoluciones de la Corte Electoral. La incógnita es si, en esa sesión, se decidirá el aplazamiento de los referendos constitucionales convocados para el 4 de mayo.