Mojados y enojados
Luis Fernado Rojas lrojas@larepublica.net | Jueves 08 septiembre, 2011
Mojados y enojados
Tenistas alzan la voz en el Abierto de Estados Unidos, mientras el torneo sigue suspendido por lluvia
La lluvia se mostró ayer nuevamente como el invitado no deseado en el Abierto de los Estados Unidos, que ayer sufrió una nueva suspensión por esta causa.
Mientras tanto, y liderados por el español Rafael Nadal, varios tenistas alzaron el tono para protestar contra la organización del torneo, que, presionada por los aficionados y contratos televisivos, pretendía que los tenistas jugaran en condiciones que ellos no consideran aptas.
Ayer la lluvia provocó primero un retraso de hora y media en el inicio de los partidos y una vez que arrrancaron estos, quince minutos después se vinieron las suspensiones.
El problema se vino cuando en el juego entre Nadal y Gilles Muller, el ibérico se acercó al árbitro para advertirle que estaba lloviznando y pedirle la suspensión del partido. En ese momento Rafa perdía 0-3 ante el luxemburgués.
Tras la suspensión, Nadal comentó que los tenistas deben estar unidos y no aceptar jugar en condiciones que puedan poner en peligro su integridad física. “Somos parte del espectáculo. Saben que sigue lloviendo y nos dicen que entremos a la cancha. Eso no puede ser así”, comentó Nadal a Efe.
Andy Murray y Andy Roddick avalaron la protesta. Este último le ganaba 3-1 a David Ferrer y Donald Young aventajaba 2-1 a Murray cuando se pospusieron sus partidos.
Roddick dijo que habló con el árbitro antes de iniciar su partido. “Me preguntaba si él veía la misma llovizna que yo veía”, relató el estadounidense que al igual que Nadal dijo que todo ahí “es un negocio” y que por eso necesitan “un producto en la cancha”.
Los organizadores se limitaron a expresar que “Tenemos árbitros experimentados, y ellos deciden si las canchas están aptas para jugar”.
Luis Rojas
lrojas@larepublica.net
Tenistas alzan la voz en el Abierto de Estados Unidos, mientras el torneo sigue suspendido por lluvia
La lluvia se mostró ayer nuevamente como el invitado no deseado en el Abierto de los Estados Unidos, que ayer sufrió una nueva suspensión por esta causa.
Mientras tanto, y liderados por el español Rafael Nadal, varios tenistas alzaron el tono para protestar contra la organización del torneo, que, presionada por los aficionados y contratos televisivos, pretendía que los tenistas jugaran en condiciones que ellos no consideran aptas.
Ayer la lluvia provocó primero un retraso de hora y media en el inicio de los partidos y una vez que arrrancaron estos, quince minutos después se vinieron las suspensiones.
El problema se vino cuando en el juego entre Nadal y Gilles Muller, el ibérico se acercó al árbitro para advertirle que estaba lloviznando y pedirle la suspensión del partido. En ese momento Rafa perdía 0-3 ante el luxemburgués.
Tras la suspensión, Nadal comentó que los tenistas deben estar unidos y no aceptar jugar en condiciones que puedan poner en peligro su integridad física. “Somos parte del espectáculo. Saben que sigue lloviendo y nos dicen que entremos a la cancha. Eso no puede ser así”, comentó Nadal a Efe.
Andy Murray y Andy Roddick avalaron la protesta. Este último le ganaba 3-1 a David Ferrer y Donald Young aventajaba 2-1 a Murray cuando se pospusieron sus partidos.
Roddick dijo que habló con el árbitro antes de iniciar su partido. “Me preguntaba si él veía la misma llovizna que yo veía”, relató el estadounidense que al igual que Nadal dijo que todo ahí “es un negocio” y que por eso necesitan “un producto en la cancha”.
Los organizadores se limitaron a expresar que “Tenemos árbitros experimentados, y ellos deciden si las canchas están aptas para jugar”.
Luis Rojas
lrojas@larepublica.net