Aparente reducción de gastos no es real

Magia presupuestaria crea ilusión de ahorro

Salarios de burócratas siguen en alza

Parece positivo el hecho de que el presupuesto de 2016 represente un incremento de tan solo el 3%, en comparación con el anterior.
Sin embargo, la supuesta austeridad es parte de una ingeniería contable, ya que los contribuyentes en los años futuros tendrán que pagar los gastos supuestamente reducidos.
Mientras tanto, el presupuesto tendrá el efecto de impulsar para arriba el déficit del Gobierno, uno de los más altos del continente, al otorgar un aumento en los salarios de los funcionarios del 7%, el doble de la inflación esperada para el año entrante.
En cuanto al efecto real del presupuesto, los siguientes son algunos de los factores relevantes.

Redacción
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Colaboró Javier Adelfang y Fabio Parreaguirre