Ley de Tránsito va por el carril más lento
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Viernes 03 diciembre, 2010
Tras casi siete meses de discusión, no se prevé cuándo será aprobada
Ley de Tránsito va por el carril más lento
Hasta marzo del próximo año, normativa se dictaminaría en Comisión
La reforma a la Ley de Tránsito avanza por el carril más lento en el Congreso y, tras siete meses de discusión, aún no se vislumbra pronto la aprobación de tan esperada normativa.
A pesar de que los legisladores de todas las fracciones iniciaron la discusión de la reforma con el objeto de reducir el monto de algunas multas, consideradas desproporcionadas, lo cierto del caso es que dos no han logrado pasar de las buenas intenciones.
Y es que los diputados de la comisión de tránsito discuten la propuesta con gran parsimonia, pues de acuerdo con una moción aprobada recientemente, se dieron seis meses más para analizar el proyecto, por lo que este apenas estaría dictaminado en marzo de 2011, si no surge otro retraso.
Una vez superado este escollo, la iniciativa pasará a engrosar la lista de proyectos que esperan primer debate para convertirse en ley de la República, por lo que esto podría llegar a pasar en el segundo semestre del otro año.
La cantidad máxima de alcohol permitida en la sangre para los conductores, la reglamentación del sistema de puntos y la discusión en torno al monto de las multas han afectado el trámite ágil del proyecto, así como el atraso de más de un mes del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), para presentar un proyecto sustitutivo de discusión.
“Nos reunimos tres veces por semana para dictaminar el proyecto de ley lo más pronto posible, ya tenemos consensuados un grupo de casi 100 artículos de la ley, pero aún queda mucho por discutir”, dijo Viviana Martín, jefa de fracción del Partido Liberación Nacional (PLN).
En estos momentos, los diputados están enfrascados todavía sobre la cantidad de alcohol permitida.
Para algunos legisladores de la misma comisión de tránsito, la lentitud con que se analiza la reforma es motivo de gran preocupación, pues muchos conductores deberán decidir este fin de año, entre pagar el marchamo y las multas o comprar los regalos de Navidad.
“Cuando empezamos la discusión de la ley, lo hicimos con la intención de reducir esas multas draconianas de ¢150 mil o más por delitos como estacionarse mal o conducir sin el cinturón de seguridad. Ha pasado mucho tiempo desde que la comisión empezó a sesionar y aún falta mucho trabajo por hacer. Creo que el Gobierno y la fracción del PLN, no han permitido una discusión ágil de este proyecto”, manifestó Carlos Góngora, legislador del Movimiento Libertario.
A finales de 2008, el anterior Congreso aprobó una modificación a la Ley de Tránsito, con el objetivo de reducir los accidentes y las muertes en las carreteras. Para hacerlo, los diputados aumentaron todas las sanciones, imponiendo multas de hasta ¢293 mil en el peor de los casos, así como penas carcelarias.
Sin embargo, tras la aplicación de la norma por un periodo corto, los mismos diputados volvieron a reformar la Ley de Tránsito y redujeron en un 66% las multas que ellos mismos habían aumentado; pero en mayo anterior, la Sala Constitucional encontró vicios de ilegalidad en la última reforma, por lo que las penas más altas están vigentes.
Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net
Ley de Tránsito va por el carril más lento
Hasta marzo del próximo año, normativa se dictaminaría en Comisión
La reforma a la Ley de Tránsito avanza por el carril más lento en el Congreso y, tras siete meses de discusión, aún no se vislumbra pronto la aprobación de tan esperada normativa.
A pesar de que los legisladores de todas las fracciones iniciaron la discusión de la reforma con el objeto de reducir el monto de algunas multas, consideradas desproporcionadas, lo cierto del caso es que dos no han logrado pasar de las buenas intenciones.
Y es que los diputados de la comisión de tránsito discuten la propuesta con gran parsimonia, pues de acuerdo con una moción aprobada recientemente, se dieron seis meses más para analizar el proyecto, por lo que este apenas estaría dictaminado en marzo de 2011, si no surge otro retraso.
Una vez superado este escollo, la iniciativa pasará a engrosar la lista de proyectos que esperan primer debate para convertirse en ley de la República, por lo que esto podría llegar a pasar en el segundo semestre del otro año.
La cantidad máxima de alcohol permitida en la sangre para los conductores, la reglamentación del sistema de puntos y la discusión en torno al monto de las multas han afectado el trámite ágil del proyecto, así como el atraso de más de un mes del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), para presentar un proyecto sustitutivo de discusión.
“Nos reunimos tres veces por semana para dictaminar el proyecto de ley lo más pronto posible, ya tenemos consensuados un grupo de casi 100 artículos de la ley, pero aún queda mucho por discutir”, dijo Viviana Martín, jefa de fracción del Partido Liberación Nacional (PLN).
En estos momentos, los diputados están enfrascados todavía sobre la cantidad de alcohol permitida.
Para algunos legisladores de la misma comisión de tránsito, la lentitud con que se analiza la reforma es motivo de gran preocupación, pues muchos conductores deberán decidir este fin de año, entre pagar el marchamo y las multas o comprar los regalos de Navidad.
“Cuando empezamos la discusión de la ley, lo hicimos con la intención de reducir esas multas draconianas de ¢150 mil o más por delitos como estacionarse mal o conducir sin el cinturón de seguridad. Ha pasado mucho tiempo desde que la comisión empezó a sesionar y aún falta mucho trabajo por hacer. Creo que el Gobierno y la fracción del PLN, no han permitido una discusión ágil de este proyecto”, manifestó Carlos Góngora, legislador del Movimiento Libertario.
A finales de 2008, el anterior Congreso aprobó una modificación a la Ley de Tránsito, con el objetivo de reducir los accidentes y las muertes en las carreteras. Para hacerlo, los diputados aumentaron todas las sanciones, imponiendo multas de hasta ¢293 mil en el peor de los casos, así como penas carcelarias.
Sin embargo, tras la aplicación de la norma por un periodo corto, los mismos diputados volvieron a reformar la Ley de Tránsito y redujeron en un 66% las multas que ellos mismos habían aumentado; pero en mayo anterior, la Sala Constitucional encontró vicios de ilegalidad en la última reforma, por lo que las penas más altas están vigentes.
Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net