La propina
| Viernes 10 julio, 2009
La propina
Diccionario de la lengua española 2005 Espasa-Calpe: Propina f. Dinero que se da voluntariamente aparte del precio convenido por algún servicio. Propina s. f. Cantidad de dinero que se da voluntariamente para agradecer un servicio.
¡Basta ya! Es hora de hablar no solo de por qué la propina no debe ser considerada como salario, sino de que se debería derogar completamente la ley que en 1972 impuso la propina como obligatoria.
Eran otros tiempos y quienes generosamente y equivocadamente aprobaron esta ley para favorecer a un grupo “golpeado” por los “ticos agarrados” probablemente no lo hubieran hecho si vieran las consecuencias al día de hoy.
El servicio en este país es en la mayoría de los casos mediocre, nos hemos acostumbrado a esto y aún así se gratifica.
¿Qué diferencia existe entre un salonero y un dependiente de una tienda o de un “pistero” en una gasolinera que se esfuerzan por dar lo mejor de sí para prestar un servicio y motivar a la compra?
¿Por qué un sector debe ser gratificado el día de hoy por hacer su trabajo?
¿Dónde está el sentido de premiar al mediocre que sabe que no importa su desempeño ya que tiene seguro un ingreso?
Si el asunto radica en que el salario es bajo, entonces no es mejor revisarlo, aumentarlo y de forma decidida y heroicamente beneficiar al país eliminando esta ley que va a generar solo cosas positivas.
Que se beneficie el salonero directamente que da el servicio por la calidad del servicio que presta.
El arte de servir en un ambiente en el que los que asistimos buscamos los estímulos para celebrar uno de los actos más bellos, nobles y armoniosos que consiste en restaurar el cuerpo y el espíritu (Restaurante: restaurare) debe ser ejecutado por personas capaces de cumplir con este mandato de vida y que quienes lo recibamos libremente decidamos si su complicidad con el propósito merece un premio y el monto de este!
¡Buen provecho y hasta la próxima semana!
Diccionario de la lengua española 2005 Espasa-Calpe: Propina f. Dinero que se da voluntariamente aparte del precio convenido por algún servicio. Propina s. f. Cantidad de dinero que se da voluntariamente para agradecer un servicio.
¡Basta ya! Es hora de hablar no solo de por qué la propina no debe ser considerada como salario, sino de que se debería derogar completamente la ley que en 1972 impuso la propina como obligatoria.
Eran otros tiempos y quienes generosamente y equivocadamente aprobaron esta ley para favorecer a un grupo “golpeado” por los “ticos agarrados” probablemente no lo hubieran hecho si vieran las consecuencias al día de hoy.
El servicio en este país es en la mayoría de los casos mediocre, nos hemos acostumbrado a esto y aún así se gratifica.
¿Qué diferencia existe entre un salonero y un dependiente de una tienda o de un “pistero” en una gasolinera que se esfuerzan por dar lo mejor de sí para prestar un servicio y motivar a la compra?
¿Por qué un sector debe ser gratificado el día de hoy por hacer su trabajo?
¿Dónde está el sentido de premiar al mediocre que sabe que no importa su desempeño ya que tiene seguro un ingreso?
Si el asunto radica en que el salario es bajo, entonces no es mejor revisarlo, aumentarlo y de forma decidida y heroicamente beneficiar al país eliminando esta ley que va a generar solo cosas positivas.
Que se beneficie el salonero directamente que da el servicio por la calidad del servicio que presta.
El arte de servir en un ambiente en el que los que asistimos buscamos los estímulos para celebrar uno de los actos más bellos, nobles y armoniosos que consiste en restaurar el cuerpo y el espíritu (Restaurante: restaurare) debe ser ejecutado por personas capaces de cumplir con este mandato de vida y que quienes lo recibamos libremente decidamos si su complicidad con el propósito merece un premio y el monto de este!
¡Buen provecho y hasta la próxima semana!