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Ingreso a Petrocaribe se acelera

Danny Canales dannycanales.asesor@larepublica.net | Miércoles 30 julio, 2008




Intención del gobierno es que se permita comprar crudo cuanto antes en condiciones favorables
Ingreso a Petrocaribe se acelera

• Sector productivo mira con cautela ingreso del país al plan promovido por Hugo Chávez, mandatario venezolano
• Venezuela, promotor del acuerdo energético, es el principal proveedor de crudo de Recope

Danny Canales
dcanales@larepublica.net

Costa Rica busca incursionar lo antes posible al acuerdo de cooperación energética conocido como Petrocaribe.
Con la medida se pretende empezar a adquirir petróleo y derivados en condiciones especiales, antes de lo previsto.
Para ello el gobierno intentará negociar con Venezuela —país promotor del plan— una adhesión temporal mientras se completa la incursión formal.
La intención es que Venezuela acceda a vender combustible financiado desde ya, reconoció Roberto Dobles, ministro de Ambiente y Energía.
Por calendario, no sería hasta diciembre cuando Petrocaribe permitiría el ingreso de nuevos miembros, en la Cumbre que se celebrará en San Cristóbal y Nieves.
Tradicionalmente los nuevos integrantes se han unido durante las cumbres de países que conforman el plan, no antes.
La premura del país por pertenecer a Petrocaribe fue reconocida anteriormente por el presidente Oscar Arias.
En ese momento el mandatario dijo que “si es necesario (para pertenecer a Petrocaribe) yo llamaría al presidente Hugo Chávez, para ver si no tenemos que esperar a diciembre”.
Las compras de crudo en condiciones favorables de plazo, intereses y periodos de gracia es lo que hace al país apurar el paso, reconoció Rodrigo Arias, ministro de la Presidencia.
Lo anterior “dejará al país en capacidad de atender otros asuntos urgentes en el campo social'', explicó el hermano del presidente.
Petrocaribe ofrece financiar hasta el 60% de las compras de combustibles que se hagan a la estatal petrolera venezolana PDVSA, cuando el crudo supere los $100 por barril. Como es el caso actual.
Además si el petróleo sube a $150, el crédito sería de hasta el 70%. En ambos casos el financiamiento sería a un plazo de 25 años, con dos de gracia, y un interés del 1% anual.
No obstante, el financiamiento de Petrocaribe no es una solución definitiva, ya que implica que las generaciones futuras hereden una deuda por el petróleo que consumieron sus padres.
A cambio del crédito en condiciones blandas, Venezuela solicita a los países miembros que deben invertir el dinero financiado en proyectos de desarrollo, como carreteras, escuelas u hospitales.
Pese al impulso que le da el gobierno al ingreso del país a Petrocaribe, existe cautela en el sector empresarial debido a las posibles implicaciones de este acuerdo.
Representantes de ese sector señalan que se deben analizar con detenimiento las repercusiones que generaría dicha incursión.
“La gran pregunta que hay que hacerse es cuánto le costará al país en democracia y en libertad”, dijo Carlos Federspiel, presidente de Federación de Cámaras de Comercio del Istmo Centroamericano.
El empresario asegura que otro elemento que debe considerarse es que “si el petróleo sigue bajando —como ha venido sucediendo en los últimos dos semanas cuando se depreció $25— y se cotiza por debajo de los $100, Petrocaribe perdería su atractivo”.
El temor de que Petrocaribe acerque a Costa Rica a la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) es otro punto que genera zozobra.
“Siempre que el acuerdo energético no ligue con los proyectos de intercambio comercial incluidos en el ALBA, me parece que es necesario para el país”, comentó Rafael Carrillo, gerente financiero de la empresa Molinos de Costa Rica.
Para Oscar Cabada, presidente de la Cámara de Comercio, la entrada al acuerdo energético traslada para el futuro el pago de la factura petrolera que se consume actualmente, lo que quita presión al país en la actualidad.
Igual se manifestó, Jaime Daremblum, director de Estudios Latinoamericanos del Hudson Institute, en Washington, quien dijo que “sin duda (Petrocaribe) es un desahogo en estos tiempos. Creo que nuestro gobierno no tenía otra opción, sobre todo con la adhesión de Honduras y Guatemala al esquema”, agregó Daremblum.
Sobre la inquietud del sector productivo el canciller Bruno Stagno aseguró que la unión al acuerdo energético no representará ningún costo económico, ni político para el país. Además garantizó que tampoco habría un compromiso ideológico.
La principal obligación que asumiría el país sería invertir los recursos que le financiaría Petrocaribe a Recope en obras que permitan el desarrollo del país, como vías, hospitales, viviendas o escuelas, destaca Dobles.
Venezuela es el principal proveedor de combustibles de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope).
Solo el año pasado se le compró a esa nación el 41% de los hidrocarburos que consumió el transporte y la industria, lo que representó 7,4 millones de barriles.
Tomando en cuenta que Recope le compró a Venezuela $521 millones en combustibles en 2007 y que el crudo se cotiza por encima de $100, el crédito que obtendría el país al pertenecer al acuerdo de cooperación energética sería de unos $312 millones anuales, que representa el 60% de la factura.
Para adherirse a Petrocaribe, Stagno dijo que se deben realizar dos gestiones: oficializar el deseo del país de ser parte del acuerdo y la otra es suscribir un acuerdo bilateral con Venezuela.
En ese último paso, se deberá definir la cantidad de barriles de crudo que el país desea que le financie Venezuela y el plazo del financiamiento, entre otros detalles. Además se deberá aclarar los proyectos sociales que impulsaría Costa Rica con el crédito que le facilitaría el gobierno del presidente Chávez.
La permanencia en Petrocaribe debe ser renovada por los países miembros cada año, por lo que, según el Canciller, en el caso de que Costa Rica acuerde salirse del plan solamente debe informar la intención de no prorrogarlo.
Petrocaribe es una iniciativa creada en junio de 2005. Actualmente está integrado por 18 estados. Costa Rica y El Salvador son los únicos países centroamericanos que no se han adscrito al acuerdo.















































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