Impuestos y electricidad
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Lunes 17 enero, 2011
Una lluvia de fuertes discusiones y debates recibe a los diputados tras su largo receso
Impuestos y electricidad… ¡Fin de vacaciones!
Oposición reclama diálogo abierto y negociación para sacar adelante iniciativas importantes para el país, de lo contrario auguran fracaso.
A pesar de que las fiestas de final de año quedaron atrás hace pocos días, hoy, cuando los diputados regresen a Cuesta de Moras para ocupar nuevamente sus curules, se encontrarán con una carta al Niño adelantada, en la cual se detalla una larga lista de deseos que Laura Chinchilla, presidenta de la República, les envió como parte de sus sueños de navidad para este 2011.
El Plan Fiscal, la aprobación de impuestos a los casinos y a las sociedades anónimas, la Ley de Electricidad y la reforma a la Ley de Tránsito, figuran entre las principales tareas de los diputados para este año.
Debido a la complejidad y a la polémica que rodean a dichos proyectos, el Poder Ejecutivo deberá redoblar esfuerzos, promover el diálogo, negociar y ceder y sobre todo, hacer un buen cálculo político para convencer a los diputados, incluso a los de su propia fracción, para sacar los proyectos adelante.
Sin embargo, varios legisladores advierten que los deseos de la Mandataria no se cumplirán, salvo que cambie radicalmente la forma en que negocia con las bancadas políticas; incluso, hay quienes piden cambiar a Marco Vargas, como ministro de la Presidencia.
“Todo hace prever que seguiremos con ese nadadito de perro que caracterizó a doña Laura durante el año pasado. Veo muy difícil que se apruebe el Plan Fiscal o la Ley de Electricidad. Si ella quiere cambiar este panorama, debe hacer ajustes en el diálogo y la negociación. Si yo fuera presidente, el Ministro de la Presidencia sería el primero en irse para tratar de mejorar”, expresó Walter Céspedes, jefe de fracción del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).
La amplia agenda que espera a los legisladores tras su prolongado receso de casi un mes, incluye además la ley de protección de las personas frente al tratamiento de sus datos personales, la ley reguladora del contrato de seguros, una reforma al Código de Comercio para permitir el porteo, la ley de armas y explosivos, la ley de transferencia fiscal, la ley de fertilización in vitro y la reforma a la normativa que cobija a la Sala Constitucional, entre otros proyectos de envergadura.
Tanto los diputados oficialistas como los opositores, así como el Poder Ejecutivo, consideran que el segundo año del Gobierno es el más importante, ya que durante los próximos 12 meses y parte de 2012, los vientos electorales que tradicionalmente afectan el quehacer de la Asamblea Legislativa estarán calmos.
“Los diputados de todas las fracciones ya conocen la mecánica legislativa tras ocupar el cargo durante casi un período y, por otra parte, para nadie es un secreto que este es el año más provechoso de una administración, pero todo depende de la forma en cómo se negocie con la oposición”, indicó Juan Carlos Mendoza, jefe de fracción del Partido Acción Ciudadana.
El Plan Fiscal, el proyecto estrella del Gobierno, no se escapa de los malos augurios que hacen los congresistas, ya que tanto el Movimiento Libertario, como el PUSC estarían dispuestos a presentarles miles de mociones para bloquear el avance del proyecto, al considerar que el peso de los nuevos impuestos recaerá sobre los hombros de las clases más necesitadas.
La iniciativa pretende aumentar los recursos del Estado en unos ¢460 mil millones anualmente, lo que equivaldría a un 2,5% del Producto Interno Bruto (PIB), merced a la aplicación del Impuesto de Valor Agregado que fijaría en un 15% el gravamen sobre bienes y servicios.
“El Poder Ejecutivo se comprometió a mejorar la recaudación para allanar el camino de la reforma fiscal, sin embargo quisiera ver eso plasmado en la realidad. Creo que son cantos de sirena, de ser necesario presentaremos un carretillo de mociones contra ese plan”, dijo Patricia Pérez, diputada libertaria.
Desde diciembre anterior y hasta finales de abril, la Asamblea Legislativa se encuentra en las sesiones extraordinarias, las cuales son muy importantes para el Gobierno, ya que tiene la potestad constitucional de establecer la agenda que discutirán los diputados y manejarla de acuerdo con sus necesidades.
Al realizar la convocatoria de proyectos, el Ministro de la Presidencia manifestó su confianza en aprobar alguno de los proyectos claves del Ejecutivo.
“La técnica legislativa implica que hay que convocar y desconvocar proyectos de acuerdo a como vayan avanzando en el Plenario, incluso se pueden hasta retirar todos los proyectos de una comisión, para que se conozca únicamente el que nos interesa”, explicó Vargas.
Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net
Impuestos y electricidad… ¡Fin de vacaciones!
Oposición reclama diálogo abierto y negociación para sacar adelante iniciativas importantes para el país, de lo contrario auguran fracaso.
A pesar de que las fiestas de final de año quedaron atrás hace pocos días, hoy, cuando los diputados regresen a Cuesta de Moras para ocupar nuevamente sus curules, se encontrarán con una carta al Niño adelantada, en la cual se detalla una larga lista de deseos que Laura Chinchilla, presidenta de la República, les envió como parte de sus sueños de navidad para este 2011.
El Plan Fiscal, la aprobación de impuestos a los casinos y a las sociedades anónimas, la Ley de Electricidad y la reforma a la Ley de Tránsito, figuran entre las principales tareas de los diputados para este año.
Debido a la complejidad y a la polémica que rodean a dichos proyectos, el Poder Ejecutivo deberá redoblar esfuerzos, promover el diálogo, negociar y ceder y sobre todo, hacer un buen cálculo político para convencer a los diputados, incluso a los de su propia fracción, para sacar los proyectos adelante.
Sin embargo, varios legisladores advierten que los deseos de la Mandataria no se cumplirán, salvo que cambie radicalmente la forma en que negocia con las bancadas políticas; incluso, hay quienes piden cambiar a Marco Vargas, como ministro de la Presidencia.
“Todo hace prever que seguiremos con ese nadadito de perro que caracterizó a doña Laura durante el año pasado. Veo muy difícil que se apruebe el Plan Fiscal o la Ley de Electricidad. Si ella quiere cambiar este panorama, debe hacer ajustes en el diálogo y la negociación. Si yo fuera presidente, el Ministro de la Presidencia sería el primero en irse para tratar de mejorar”, expresó Walter Céspedes, jefe de fracción del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).
La amplia agenda que espera a los legisladores tras su prolongado receso de casi un mes, incluye además la ley de protección de las personas frente al tratamiento de sus datos personales, la ley reguladora del contrato de seguros, una reforma al Código de Comercio para permitir el porteo, la ley de armas y explosivos, la ley de transferencia fiscal, la ley de fertilización in vitro y la reforma a la normativa que cobija a la Sala Constitucional, entre otros proyectos de envergadura.
Tanto los diputados oficialistas como los opositores, así como el Poder Ejecutivo, consideran que el segundo año del Gobierno es el más importante, ya que durante los próximos 12 meses y parte de 2012, los vientos electorales que tradicionalmente afectan el quehacer de la Asamblea Legislativa estarán calmos.
“Los diputados de todas las fracciones ya conocen la mecánica legislativa tras ocupar el cargo durante casi un período y, por otra parte, para nadie es un secreto que este es el año más provechoso de una administración, pero todo depende de la forma en cómo se negocie con la oposición”, indicó Juan Carlos Mendoza, jefe de fracción del Partido Acción Ciudadana.
El Plan Fiscal, el proyecto estrella del Gobierno, no se escapa de los malos augurios que hacen los congresistas, ya que tanto el Movimiento Libertario, como el PUSC estarían dispuestos a presentarles miles de mociones para bloquear el avance del proyecto, al considerar que el peso de los nuevos impuestos recaerá sobre los hombros de las clases más necesitadas.
La iniciativa pretende aumentar los recursos del Estado en unos ¢460 mil millones anualmente, lo que equivaldría a un 2,5% del Producto Interno Bruto (PIB), merced a la aplicación del Impuesto de Valor Agregado que fijaría en un 15% el gravamen sobre bienes y servicios.
“El Poder Ejecutivo se comprometió a mejorar la recaudación para allanar el camino de la reforma fiscal, sin embargo quisiera ver eso plasmado en la realidad. Creo que son cantos de sirena, de ser necesario presentaremos un carretillo de mociones contra ese plan”, dijo Patricia Pérez, diputada libertaria.
Desde diciembre anterior y hasta finales de abril, la Asamblea Legislativa se encuentra en las sesiones extraordinarias, las cuales son muy importantes para el Gobierno, ya que tiene la potestad constitucional de establecer la agenda que discutirán los diputados y manejarla de acuerdo con sus necesidades.
Al realizar la convocatoria de proyectos, el Ministro de la Presidencia manifestó su confianza en aprobar alguno de los proyectos claves del Ejecutivo.
“La técnica legislativa implica que hay que convocar y desconvocar proyectos de acuerdo a como vayan avanzando en el Plenario, incluso se pueden hasta retirar todos los proyectos de una comisión, para que se conozca únicamente el que nos interesa”, explicó Vargas.
Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net