Finalmente se dio
| Viernes 24 agosto, 2012
Finalmente se dio
Un día negro en la historia de la gastronomía del país, y del país como tal.
La Sala Cuarta respondió afirmativamente a la consulta de si el 10% de propina (la obligatoria) es considerada salario.
Solo en Costa Rica esta aberración es posible, cuando en el mundo entero la propina es lo que es: una relación directa entre el cliente y quien da el servicio.
Esto pasa cuando confundimos nuestra vocación social de país con un tema técnico. Esto pasa cuando hay un sector legal regente que no sabe lo que hace literalmente en temas de servicio (ignorancia inconsciente) y que verá, si en un periodo no muy lejano, cómo se distorsiona el sector, sufriendo ellos mismos las consecuencias como clientes.
Esto es un signo de que las cosas deberán cambiar acá, y le agrega a la receta desesperanza, tristeza, impotencia, rabia y malestar, no solo entre los propietarios sino entre los mismos saloneros, los cocineros y el sector en general, al que supuestamente iba a beneficiar este pronunciamiento y quienes se lamentarán de haber escogido esta noble profesión como carrera.
En lugar de tener la oportunidad de corregir, enredamos, en lugar de avanzar retrocedemos.
Habrá despidos, demandas millonarias, aumentos de los costos para todos, incluyendo el cliente, deterioro del servicio a la carta, reducción de la calidad del servicio y todo debido a la desgraciada cultura del “pobrecito”, la que ha forjado por el camino equivocado a esta cultura y nos tiene como estamos.
Ante este plato que nos sirven, hoy no puedo decir buen provecho pero sí hasta la próxima semana.
Un día negro en la historia de la gastronomía del país, y del país como tal.
La Sala Cuarta respondió afirmativamente a la consulta de si el 10% de propina (la obligatoria) es considerada salario.
Solo en Costa Rica esta aberración es posible, cuando en el mundo entero la propina es lo que es: una relación directa entre el cliente y quien da el servicio.
Esto pasa cuando confundimos nuestra vocación social de país con un tema técnico. Esto pasa cuando hay un sector legal regente que no sabe lo que hace literalmente en temas de servicio (ignorancia inconsciente) y que verá, si en un periodo no muy lejano, cómo se distorsiona el sector, sufriendo ellos mismos las consecuencias como clientes.
Esto es un signo de que las cosas deberán cambiar acá, y le agrega a la receta desesperanza, tristeza, impotencia, rabia y malestar, no solo entre los propietarios sino entre los mismos saloneros, los cocineros y el sector en general, al que supuestamente iba a beneficiar este pronunciamiento y quienes se lamentarán de haber escogido esta noble profesión como carrera.
En lugar de tener la oportunidad de corregir, enredamos, en lugar de avanzar retrocedemos.
Habrá despidos, demandas millonarias, aumentos de los costos para todos, incluyendo el cliente, deterioro del servicio a la carta, reducción de la calidad del servicio y todo debido a la desgraciada cultura del “pobrecito”, la que ha forjado por el camino equivocado a esta cultura y nos tiene como estamos.
Ante este plato que nos sirven, hoy no puedo decir buen provecho pero sí hasta la próxima semana.