Filmeguía 17-5-08
| Sábado 17 mayo, 2008
Filmeguía 17-5-08
Mario Giacomelli
Para la República
Iron Man-El hombre de hierro
“Iron Man” (2008), de Jon Favreau. Con Robert Downey Jr. y Gwyneth Paltrow. Agradable fantasía basada en una revista de cómics. Describe el nacimiento de un superhéroe dotado de una sofisticada armadura voladora. Es una aventura simple y bien contada, con un reparto perfectamente escogido. A nivel espectacular funciona, aunque se queda corta con respecto a otros títulos similares. Metálica.
Calificación: 7
Meteoro-La película
“Speed Racer” (2008), de Andy y Larry Wachowski. Con Emile Hirsch y Christina Ricci. Fría rendición cinematográfica de una conocida serie de animación japonesa. Ilustra las hazañas de un joven piloto de autos de carrera. Larga y reiterativa, no toma en cuenta las exigencias de su público-meta. Es un indigesto festín de trucos digitales, que no provocan ninguna reacción y al rato cansan. Atropellada.
Calificación: 4
Sin rastros
“Untraceable” (2008), de Gregory Hoblit. Con Diane Lane y Billy Burke. Una agente del FBI intenta atrapar a un psicópata, quien difunde sus crímenes a través de Internet. Intriga de misterio de estampa convencional, derivativa y previsible. Carece de sorpresas y se queda corta en suspenso. Sufre una obvia contradicción, pues explota comercialmente ese morbo por la violencia que pretende criticar. Hipócrita.
Calificación: 4
21-Blackjack
“21” (2008), de Robert Luketic. Con Jim Sturgess y Kevin Spacey. Un profesor de matemáticas reúne a sus mejores alumnos y organiza un plan para desbancar a los casinos de Las Vegas. Aunque no parece, el cuento está inspirado en hechos reales. Los personajes no son llamativos y sus hazañas integran una anécdota insignificante. Los actores lucen desmotivados. La emoción brilla por su ausencia. Perdedora.
Calificación: 4
El títere
“Dead Silence” (2007), de James Wan. Con Ryan Kwanten y Amber Valletta. Inepta entrega en el paupérrimo subgénero de los muñecos diabólicos. Cuenta la descabellada historia de un joven que investiga por su cuenta el brutal asesinato de su esposa. La realización es flojísima en cada una de sus facetas. Concreta lo peor que le pueda pasar a una película de terror: en lugar de asustar, da risa. Hilarante.
Calificación: 1
Mario Giacomelli
Para la República
Iron Man-El hombre de hierro
“Iron Man” (2008), de Jon Favreau. Con Robert Downey Jr. y Gwyneth Paltrow. Agradable fantasía basada en una revista de cómics. Describe el nacimiento de un superhéroe dotado de una sofisticada armadura voladora. Es una aventura simple y bien contada, con un reparto perfectamente escogido. A nivel espectacular funciona, aunque se queda corta con respecto a otros títulos similares. Metálica.
Calificación: 7
Meteoro-La película
“Speed Racer” (2008), de Andy y Larry Wachowski. Con Emile Hirsch y Christina Ricci. Fría rendición cinematográfica de una conocida serie de animación japonesa. Ilustra las hazañas de un joven piloto de autos de carrera. Larga y reiterativa, no toma en cuenta las exigencias de su público-meta. Es un indigesto festín de trucos digitales, que no provocan ninguna reacción y al rato cansan. Atropellada.
Calificación: 4
Sin rastros
“Untraceable” (2008), de Gregory Hoblit. Con Diane Lane y Billy Burke. Una agente del FBI intenta atrapar a un psicópata, quien difunde sus crímenes a través de Internet. Intriga de misterio de estampa convencional, derivativa y previsible. Carece de sorpresas y se queda corta en suspenso. Sufre una obvia contradicción, pues explota comercialmente ese morbo por la violencia que pretende criticar. Hipócrita.
Calificación: 4
21-Blackjack
“21” (2008), de Robert Luketic. Con Jim Sturgess y Kevin Spacey. Un profesor de matemáticas reúne a sus mejores alumnos y organiza un plan para desbancar a los casinos de Las Vegas. Aunque no parece, el cuento está inspirado en hechos reales. Los personajes no son llamativos y sus hazañas integran una anécdota insignificante. Los actores lucen desmotivados. La emoción brilla por su ausencia. Perdedora.
Calificación: 4
El títere
“Dead Silence” (2007), de James Wan. Con Ryan Kwanten y Amber Valletta. Inepta entrega en el paupérrimo subgénero de los muñecos diabólicos. Cuenta la descabellada historia de un joven que investiga por su cuenta el brutal asesinato de su esposa. La realización es flojísima en cada una de sus facetas. Concreta lo peor que le pueda pasar a una película de terror: en lugar de asustar, da risa. Hilarante.
Calificación: 1