“Escogería el mismo trabajo si volviera a nacer”: Deyanori Jiménez, guardaparque en Corcovado

Colaborar unos días como cocinera en un puesto de resguardo del Parque Nacional Corcovado se convirtió en la historia de vida de Deyanori Jiménez, quien encontró en esta esta experiencia, la oportunidad para dedicarse a la profesión de guardaparque durante toda su vida.

Resguardar la flora y fauna de la zona de Corcovado, además de enfrentar peligros relacionados con la minería, cacería ilegal y el narcotráfico, es parte de una actividad por la cual Jiménez se siente sumamente orgullosa.

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En entrevista con LA REPÚBLICA, la guardaparques detalló porque decidió aventurarse en una profesión que en sus inicios estaba dominada por la presencia de hombres y cómo a pesar del temor durante los primeros días, adoptó este trabajo para sacar adelante a su familia.

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¿Cuál fue la razón por la que decidió convertirse en guardaparques?

Me mandaron a pedir que, si les podía ayudar como cocinera, y estuve siete años haciendo labores de cocinera, iba con la idea de trabajar unos días y regresarme, esos días se hicieron largo y ahora tengo 30 años.

Me llamaba la atención, la primera sorpresa, que me sentía un poquillo extraña, tenía que trabajar en medio de tantos hombres, uno se siente extraña, los primeros días fueron así, y después de siete años pasé a plaza, ya andaba con ellos patrullando, compartiendo el monte y después cada día me gustaba más lo que hacía.

¿Qué es lo más difícil de este trabajo?

Nosotros enfrentamos a mucho narco, la cacería ilegal, y la comunicación con las autoridades nacionales (guardacostas, fronteras y fuerza pública) no es muy buena, además como la única salida de aquí es por agua, el mar a veces se pone bravo, el equipo que tenemos no es muy bueno.

En el puesto que estoy hay solo tres compañeros, uno sale libre, el otro se queda, y a veces si alguien se va de vacaciones solo queda uno en el puesto.

¿Qué tan difícil puede ser para una mujer convertirse en guardaparques?

Aún es complicado para las mujeres trabajar en esto al inicio, porque muchas personas creen que uno no puede ejercer o realizar muchas cosas de este trabajo.

No es cualquier mujer, yo tengo compañeras que a veces me piden que no me meta en ciertas cosas, compañeras con miedo o que terminan llorando, el miedo hay que dejarlo cuando uno sale de la casa.

¿Cómo conlleva la vida familiar con un horario de trabajo tan distinto a otras profesiones?

Yo soy madre de cuatro hijos, cuando llegaba a la casa había discusiones porque muchos hombres no aceptan el trabajo de uno, porque uno trabaja fuera 16 días y solo está ocho en la casa, cuando llega uno a la casa le dicen que no siga, pero uno ama su trabajo y es demasiado importante.

Para uno mujer es un poco difícil, las fechas especiales como el Día de la madre uno pasa trabajando, es un sacrificio; los hijos le reprochan que uno pasa trabajando afuera, pero cuando una es jefe de hogar hay que sacrificarse para darles un mejor futuro.

¿Cuál es la mayor satisfacción de este trabajo?

En realidad, es una experiencia muy bonita, me siento muy orgullosa de trabajar en el Parque, ya que es una labor de orgullo, conservar la naturaleza, cuando uno sale de giras, uno ve ese bosque y las cosas que lo rodean, se siente más orgullo y motivación por resguardar la naturaleza que nos rodea, volvería a escoger el mismo trabajo si volviera a nacer, con todo mi corazón, a pesar de todas las adversidades me siento muy orgullosa con lo que hago.