ENTRETENIMIENTO

El Cirque du Soleil continúa encantando a los ticos

Artistas de la compañía canadiense hablaron con MAGAZINE sobre su estadía en el país

Andrei Kalesnikau y Anny Laplante participan en el acto Paradise, donde hacen acrobacias en el aire.Esteban Monge/La República

Desde hace siete años Andrei Kalesnikau forma parte de la compañía canadiense Cirque du Soleil, y para el artista originario de Bielorrusia es la primera vez que viene a Costa Rica a trabajar, sin embargo, confesó que tiene desde hace algunos años un condominio en Guanacaste, el cual visita con frecuencia para vacacionar y espera algún día poder vivir aquí.
Kalesnikau trabajó por cinco años en un circo ruso y practicó lucha, antes de audicionar en Cirque du Soleil. Esa experiencia fue la que le permitió cumplir su sueño de ser parte de esta gran empresa que reúne a talentos de todas partes del mundo.
En Corteo, el show que desde el 22 de enero se presenta en el país, forma parte del acto Paradise, en el que el elenco vuela por los aires.
“Lo disfruto mucho porque, además de las acrobacias, tengo que actuar e interactuar con el público. Es mi parte favorita, las acrobacias son muy difíciles pero se ven hermosas; en el futuro me gustaría hacer el solo del acto”, comentó.
Por ahora solo ha participado en Corteo, sin embargo, le encantaría sumarse al elenco de Kurios, otro de los famosos espectáculos de la compañía.
En Paradise, Kalesnikau trabaja con Anny Laplante, joven canadiense que comenzó en el mundo del circo a los 14 años, precisamente en la escuela del Cirque du Soleil en Montreal con tan solo siete años, luego pasó la audición para ser parte de Corteo, en el que trabaja desde hace tres.
Su día a día incluye un régimen fuerte de entrenamiento que ella misma se impone y que suma a los obligatorios.
“Nos levantamos tarde porque nos acostamos tarde, hago Crossfit, yoga, pilates, estiramiento, para mantener el cuerpo en buena forma y poder desarrollar una mejor técnica, trato de crecer lo más que puedo”, comentó.
En Corteo hace uno de los papeles principales, un pequeño ángel, además del acto aéreo, sin embargo, ese no es su mayor reto en la compañía, sino más bien el relacionado con su estilo de vida y los viajes.
“Cada vez que cambiamos de país nos tenemos que adaptar, algunas veces las ciudades no nos gustan o no nos sentimos cómodos y tenemos que pasar seis semanas ahí. Estar lejos de la familia es difícil, hablo con mi mamá por Skype, pero no es lo mismo. En este momento mi abuelo está enfermo y me gustaría estar cerca de él, ese es el mayor reto”, dijo.
De Costa Rica ama la paz y la libertad que se respira, ya ha tenido la posibilidad de visitar Matapalo en Guanacaste.

Melissa González
mgonzalezt@larepublica.net
@mgonzalezLR