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Dudas empañan pronósticos económicos para resto del año

Wilmer Murillo wmurillo@larepublica.net | Lunes 10 marzo, 2008




Bandas, petróleo, tasas de interés, plan fiscal y Cafta siembran incertidumbre para la toma de decisiones
Dudas empañan pronósticos económicos para resto del año

• Existen preguntas sin respuesta, a pesar del ajuste en el sistema cambiario, Costa Rica no ha aprendido a flotar su moneda

• Desaceleración de Estados Unidos tendrá impactos directos e indirectos en sectores productivos del país, la duda es cuánto afectarán


Wilmer Murillo
wmurillo@larepublica.net

Costa Rica está cambiando. Mientras surgen nuevas oportunidades para crecer, existe riesgo de quedarse atrás, pues la pérdida de tiempo significa dejar pasar oportunidades.
Pero el signo de estos tiempos es la incertidumbre.

En el ambiente económico siguen gravitando asfixiantes dudas sobre la evolución en los precios del petróleo; la desaceleración económica de Estados Unidos, el comportamiento en las tasas de interés, qué pasará con el sistema de bandas cambiarias; el futuro del plan fiscal y de las leyes de implementación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, entre otros.
Los expertos coinciden en que la producción crecerá un poco menos este año (3,8%), cifra que aunque menor a la del año pasado, es igual al promedio de los últimos 12 años.
Esto implica que las oportunidades de empleo se van a mantener y que la pobreza podría reducirse o al menos no se incrementaría.
Estados Unidos sin dud
a golpeará a Costa Rica en forma directa vía menos crecimiento de exportaciones y de turismo o menos inversión extranjera directa (incluida la inmobiliaria). En forma indirecta también golpeará al resto de Centroamérica, que es un comprador importante de Costa Rica. También se estima que se moderará el crecimiento de la Unión Europea, otro socio primordial parecido a Centroamérica en volumen de ventas.
Los analistas estiman, por otro lado, que el colón que se ha revaluado alrededor del 15% en términos reales desde que se iniciaron las bandas en octubre de 2006, de mantenerse la situación actual se revaluaría otro 3% este año. Sin embargo, también hay quienes creen que esa es una pregunta sin respuesta.
Como no hay experiencia en Costa Rica en este tipo de procesos, podría presentarse una presión fuerte si el capital especulativo fuera muy alto y quisiera llevarse de nuevo sus dólares de una sola vez. El tema dependerá de cómo actúe el Banco Central.
Los expertos vislumbran pocas posibilidades de bajar la inflación de manera sustancial y prevén una tasa más bien parecida a la de 2006.
Las tasas de interés podr
ían ser un poco más bajas desestimulando el ahorro, pero facilitando la demanda a los deudores, lo que generará mayor crecimiento en el crédito, que el Banco Central piensa contrarrestar, recomendando a los reguladores (Sugef y el Conassif) ajustes en las normativas de supervisión.
Así opinan Félix Delgado, de Consejeros Económicos (Cefsa); Guillermo Quesada, gerente bancario; Luis Mesalles, presidente de la Academia de Centroamérica, y Alberto Franco, consultor especializado en el tema.
Pero la economía está llena de luces y sombras, y Ottón Solís líder de la oposición sombríamente preconizó que “si no se hacen correcciones a tie
mpo, muy pronto podríamos enfrentar desequilibrios peligrosos en la situación macroeconómica del país”.
En una reciente misiva al presidente Oscar Arias, Solís, advirtió que “no hay duda, de que tener tasas de interés bajas y una moneda fuerte, son objetivos políticamente atractivos, pero que a esa situación se intenta llegar comprometiendo la estabilidad futura, distorsionando las tasas de interés y el tipo de cambio”, señaló.
Pero al tiempo que enfrenta desafíos, al país se le abren oportunidades, entre las que se destacan la creciente presencia de China en el comercio nacional.
“Las importaciones se incrementarán, producto de la revaluación del colón y de los altos precios de los hidrocarburos, generando un déficit comercial mayor que el de 2007, aspecto que puede ser contrarrestado con una mayor penetración a otros mercados como el europeo o asiático”, señaló Guillermo Quesada, gerente de Bancrédito.
La principal amenaza para la estabilidad en el nivel general de precios continúa siendo la escalada en el valor internacional del petróleo, lo cual escapa a los controles de la política monetaria, dijo Francisco de Paula Gutiérrez, presidente del Banco Central.
El comercio exterior costarricense exhibe un comportamiento moderado este año pero, como ocurrió en el anterior, las exportaciones podrían continuar inyectando dinamismo a la economía.
Orientado al fortalecimiento de la estabilidad macroeconómica, el Gobierno ha consolidado su situación financiera como resultado de la aplicación de medidas disciplinadas de política fiscal. Consecuentemente, la evolución de la deuda pública muestra disminuciones en su proporción respecto al Producto Interno Bruto, de ca
si nueve puntos porcentuales, hecho reconocido por el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Económica para América Latina y el Banco Centroamericano de Integración Económica.
Las previsiones de 2008 están sujetas, sin embargo, a lo que pueda suceder en estos temas. El Banco Central montó sus estimaciones para este año basado en un precio promedio del petróleo de $100 el barril, pero ya en días atrás superó los $105.
Esta incertidumbre dificulta estimar la inflación para 2008, aunque el Banco Central anunció que hará los esfuerzos por bajarla.

“Mientras la inflación no ceda, (cero devaluación) implica continuar revaluando el colón en términos reales”, dijo Félix Delgado.
Agregó que si se mantienen rumores de una baja en la banda nuevamente, o aparecen declaraciones oficiales ambiguas, se daría pie para pensar en más revaluación.
Luis Mesalles cree que a final de año se tendrá una banda más ancha que la de Chile, después de 15 años, de un 24%. Significa que el precio del dólar en el límite inferior se ubicará en ¢480,5 y ¢595 en el límite superior.

Al Central, por su parte, le queda poco juego con las tasas de interés y escasas medidas administrativas para hacer su política monetaria; por ejemplo los encajes de impuestos a intermediación cambiaria ya están al máximo, dijo Mesalles.
Ante ello se pronostican dos escenarios. El tipo de cambio se estabilizaría o empezaría a subir, las tasas de interés aumentarían en el segundo semestre y la inflación se ubicaría cerca de la meta del Banco Central (8%, +/- 1%). Esto implica que el programa macroeconómico logra acertadamente reducir el crédito y los flujos de
capital especulativo.
Un segundo panorama que se prevé es que el tipo de cambio siga presionando a la baja y el Central continúe acumulando reservas, las tasas de interés permanezcan bajas, la inflación tienda al alza, con lo cual el Central necesitará empl
ear medidas adicionales, pues seguirían aumentando los flujos de capital “golondrina” y el crédito y la apreciación de la moneda.
Las otras dos interrogantes son sobre el futuro del plan fiscal, el cual se discute desde hace varios años en la Asamblea Legislativa, y sobre las leyes de implementación del Cafta.
No obstante, el saneamiento de las finanzas públicas, la recomposición de la deuda con un mejor perfil en cuanto a plazos y tasas de interés son elementos que hacen menos grave la urgencia de este asunto, dijo Mesalles.
A estos factores se debe añadir que el próximo año arrancará el proceso electoral, lo cual complica el panorama político.
Finalmente los bancos y d
emás entidades captadoras de depósitos han mantenido su posición de encaje y de reservas de liquidez en los estándares definidos por las normativas de los entes de supervisión bancaria, lo cual, aunado a los favorables indicadores de solidez del sistema financiero, siguen contribuyendo a mantener la confianza del público y la estabilidad del sistema.
Existe preocupación sobre el ritmo de expansión del crédito resultado de posiciones holgadas de liquidez que pueden ser un riesgo adicional a la estabilidad de precios.
Aun las superintendencias no han realizado las propuestas concretas, pero una vez que se produzcan, representarán restricciones al crédito, lo cual hará disminuir la oferta, que al mantenerse la demanda podría generar un aumento en las tasas de interés, dijo Quesada.











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