Logo La República

Sábado, 14 de diciembre de 2024



NACIONALES


"Doña Laura tiene que abrazar a varios"

Natasha Cambronero redaccion@larepublica.net | Jueves 16 junio, 2011




El expresidente Abel Pacheco reconoce que varios de los actuales ministros tendrían que ser despedidos, pues no han dado la talla
“Doña Laura tiene que abrazar a varios”
 A poco más de cinco años de haber dejado el poder, exgobernante admite que su mayor orgullo es haber dejado a Costa Rica siendo la nación más feliz del mundo
Cuidando cada una de sus palabras a la hora de referirse al desempeño de la actual administración, el expresidente Abel Pacheco cuestionó la crítica situación financiera, la inseguridad y la deficiente infraestructura vial que afronta el país actualmente.
A su sucesora Laura Chinchilla, dice desearle mucha suerte, aunque reconoce que peca de crédula y que debería despedir con un abrazo a varios de sus ministros.
A poco más de cinco años de haber dejado las riendas del país, Pacheco asegura que su mayor orgullo es haber dejado a Costa Rica siendo la nación más feliz del mundo y que aunque, el equipo de su amores Cartago, jugara en el Estadio Nacional contra el Barcelona, no pondrá un pie, pues sería una bofetada para Taiwán.
A continuación un extracto de la entrevista que el exmandatario concedió a LA REPUBLICA.

¿Se está “descocherando” el país?

Me temo que la situación que estamos viviendo es peligrosa, no soy pesimista y creo en Costa Rica, un país con grandes recursos humanos y de todo tipo, hay que tomar medidas y hay que tomarlas ya, porque este país se nos está descomponiendo.

¿Qué aspectos le hacen creer que el país marcha por mal camino?

La inseguridad que vivimos es producto de que cada vez más, los ricos son más ricos y los pobres, más pobres. Se ha perdido una serie de ajustes morales. Aparte, el hampa está feliz con un sistema judicial que sencillamente no funciona.

¿Es necesaria una intervención en el Poder Judicial?

Definitivamente, y eso le corresponde a la Asamblea Legislativa, pero no parecen los diputados ser muy conscientes de que es urgente que actúen, que intervengan con la Sala IV y que pongan orden en el país, debemos dejar de seguir investigando chismes y ponernos a trabajar por Costa Rica.

¿No están trabajando los diputados?

Se han dedicado a politiquear. Alguien una vez dijo que el buen legislador y el buen gobernante es quien piensa en la generación futura y no en las próximas elecciones; parece que aquí todo el mundo está muy interesado en las elecciones futuras y no en el futuro de los jóvenes.

¿Cómo variar la difícil situación, que a su juicio vive el país?

Empecemos por legislar bien, hacer que el sistema judicial funcione y por impedir que los ricos se sigan haciendo cada vez más poderosos a costa de que los pobres se hagan cada vez más miserables. Comencemos por pasar una reforma tributaria real. El Gobierno debe tener dinero para gastar en las cosas que tiene que gastar. Tenemos que pensar que se están destruyendo las carreteras, hospitales y escuelas. Con todo respeto, yo dejé al país funcionando.

¿Cuál futuro le espera al país?

Si se hacen las reformas fiscal y judicial, si se emplean los dineros bien empleados, si se agiliza el modo en que se manejan los dineros por las municipalidades, yo creo que Costa Rica es un país con gran capacidad de resolver problemas, de lo contrario el futuro será muy oscuro.

¿El accionar de la actual administración cómo incide en el rumbo del país?

Pobre doña Laura, me imagino que está muy angustiada, pues no sabía con lo que se iba a encontrar. Me parece que doña Laura es una mujer de muy buena fe, pero se pasa de crédula, porque cree en la buena fe de todas las personas, y eso no es así.

Por lo que mencionaba anteriormente, ¿los fuegos electorales inciden en el accionar de la presidenta Chinchilla?

Así es, y sobre todo ahora que la oposición esta viendo que por primera vez en mucho tiempo tiene chance de ganar. A mí lo que más me angustiaba de Costa Rica era que no veía liderazgo en los jóvenes y ahora lo estoy viendo en un par de jóvenes en la Asamblea, como el presidente actual.

Durante su administración fue famoso por repartir abrazos cuando destituía a un ministro, ¿a quienes del actual gabinete abrazaría?

(Risas) No quiero personalizar, pero a varios les daría un abrazo bien fuerte. Doña Laura tiene que abrazar a varios en Zapote.

¿Se puede decir que Chinchilla vive su misma situación en el Congreso?

La fracción durante mi gobierno estaba dividida, yo lo que tenía eran seis diputados, el resto no seguía ninguna línea de Zapote. Entonces, yo goberné sin partido y sin Congreso, pero dejé al país caminando. Ahora Liberación se está partiendo en dos, y va a haber un duelo de poderes ahí, ya se está viviendo, y al final veremos si logran unir al partido o desintegrarlo.

Analistas coinciden en que el gobierno de Chinchilla es muy parecido al suyo, ¿qué opinión le merece?

Que me digan en qué me parezco a doña Laura, por Dios, en nada; que soy un hombre honesto, como ella lo es y ambos tenemos un amor profundo por Costa Rica, pero nada más.

¿Siente que la gobernante no está poniendo a caminar a Costa Rica?

No quiero juzgar a doña Laura, que es toda una dama y le deseo la mejor suerte, pero por lo que se ve y escucha en las calles, la cosa no está caminando bien, no estoy culpando a la Presidenta, sino que es consecuencia de muchas cosas que han pasado en el mundo.

No juzga a doña Laura, entonces ¿quién es el culpable?

Es culpa de tanta gente, quizá hasta yo falle en algunos aspectos, soy humano y me equivoco. Pero el hecho de luchar contra la marea de la gente que quiere quedarse con todo es muy difícil y no dudo que mis sucesores sean conscientes del horror, pero creo que están teniendo dificultades para controlar esa marea, ese tsunami que quiere privatizar todo; ya se fue el ICE, el INS, se está yendo la Caja, después será la educación y de último la seguridad. Al final el pueblo se queda sin nada y cuatro gatos con todo, eso pasa muchas veces en la historia y es el momento en que los pueblos se sublevan, matan a un montón de viejos y lamentablemente vamos por ese camino.

Recientemente se acaba de aprobar el TLC con China, ¿qué ganó el país rompiendo con Taiwán?

He sido muy claro y siempre lo he dicho, yo era amigo de Taiwán, soy amigo de Taiwán y seguiré siendo su amigo eternamente. El gobierno de la China comunista nunca me ha gustado, porque es una dictadura. El gobierno de Taiwán es mil veces más democrático. Puedo asegurar que aunque jugara Cartaginés contra Barcelona, yo no pongo un pie en ese estadio.

¿Qué gana Costa Rica con China?

Vamos a ver qué pasa con el TLC, yo tampoco soy fanático, pero yo les tengo espanto a los productos chinos, que no son precisamente de gran calidad. Un trabajador que es esclavo produce artículos mucho más baratos. Pero qué van a ser nuestros artesanos, agricultores, industrias, en fin, nuestros habitantes, ¿o es que alguien en el país cree que vamos a vivir del petróleo y del oro?

En su gobierno frenó la explotación petrolera con una moratoria, ¿tal medida está vigente?

Qué divertido, que me cuentan que han buscado la moratoria que yo firmé y que no aparece, serán los duendes, ahí en Zapote hay duendes. Por dicha estoy vivo para confirmar que yo firmé esa moratoria.

¿El país debe temer enfrentar un juicio millonario si decide dar marcha atrás a la explotación petrolera?

No hay que tener miedo, porque tenemos razón. La justicia tiene que ver que estamos defendiendo nuestro derecho a vivir decentemente.
El orgullo mío además de mis hijos, es que cuando terminé mi gobierno, se hizo una encuesta a nivel mundial sobre cuál era el país más feliz del mundo y Costa Rica fue el más feliz. Eso para mí es una maravilla, porque puse mi granito de arena. Yo dejé al país con bonanza económica, paz social y paz real con la naturaleza. Dejé una Costa Rica feliz y sonriente.

Natasha Cambronero
ncambronero@larepublica.net






© 2024 Republica Media Group todos los derechos reservados.