Del cielo al infierno

Tenía 25 años cuando lo firmó el París Saint Germain, después de una corta y brillante carrera como portero de varios clubes modestos del calcio italiano.

Salvatore Sirigu, formado en las divisiones menores del Palermo, tocaba el cielo con las manos. Debutó en el marco de los galos en 2011 y lo defendió por cinco temporadas.

Desde luego que Antonio Conte, en su momento técnico de la “Nazionale” se fijó en el alto portero que se lucía en el fútbol francés y lo citó a la selección “azzurra” para que alternara algunos partidos con el mítico Gianluigi Buffon.

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Sirigu estaba en la cumbre, pero su ciclo en el renombrado equipo francés tocaba a su fin y entonces la dirigencia del club lo cedió al Sevilla de España, donde el italiano inició su descenso al infierno, no por falta de calidad, que le sobra, si por circunstancias ajenas a sus condiciones.

Con los sevillanos, Salvatore solo disputó tres encuentros; para el siguiente partido, el técnico del equipo dio oportunidad de actuar en el marco al local Sergio Rico que se convirtió en un fenómeno en uno de los mejores metas de la liga española y el italiano fue relegado al olvido.

Deseoso de volver a jugar, de tener protagonismo y como lo hacen miles de jugadores, estar activos en el radar de la Selección Nacional, Sirigu aceptó ser cedido por seis meses del Sevilla al Osasuna de Pamplona, el equipo “rojillo” que había regresado a la primera división pero que se instaló en el sótano de la clasificación desde la primera hasta la última fecha, el sábado pasado, cuando el Barcelona le recetó un 7-1 escalofriante que condenó a los navarros al descenso a la segunda división.

Salvatore Sirigu tocaba las llamas del infierno.

El día de su presentación como nuevo portero del Osasuna, Sirigu dijo que “acepté la oferta del club navarro para volver a jugar y sentirme importante. En Sevilla no estaba jugando y tenía ganas de hacerlo, de volver a sentir la sensación del campo, lo que me ha faltado en estos meses”.

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Y agregó: “ficho por Osasuna porque sentí la sensación de que este club me quiere y me ha tenido consideración. Esto te ayuda a estar bien como ser humano. Lo sucedido en Sevilla no es culpa de nadie; son así las situaciones en el fútbol. No es un problema del Sevilla, ni mío ni de Sergio Rico, que ha estado a un gran nivel.

Llegué al Sevilla con muchas ganas de jugar, procedente de un equipo ambicioso como el PSG, me quería el técnico, el director deportivo, empezamos muy bien, pero el fútbol es así y la verdad que Sergio (Rico), jugó muy bien”, manifestó el italiano.

Salvatore jugó partidos memorables con el Osasuna, pero no pudo ayudarlos a evitar el descenso. En la jornada que los “rojillos” derrotaron 2-0 al Eibar, una de sus pocas victorias, la prensa deportiva española escribió lo siguiente: “si algún aficionado del París SG vio por la televisión el Osasuna-Eibar el estadio El Sadar, debió tirarse de los pelos. El guardameta italiano Salvatore Sirigu ofreció todo un recital de intervenciones que evitaron el triunfo de los guipuzcoanos. En un ejercicio de ficción, quizás con Sirigu, los de Emery (técnico del PSG), seguirían vivos en la Champions, eliminados después de que el Barcelona le endosara seis goles al portero alemán Kevin Trapp de flojo desempeño.

En todo caso, Osasuna regresa a la segunda división y es casi un hecho de que Salvatore Sirigu regresa a la liga italiana, donde lo quieren Lazio, Torino y Nápoles.

Su trayectoria

• Nombre: Salvatore Sirigu
• Nació: 12 de enero de 1987 en Nuoro
• Número de dorsal: 25
• Selección de Italia: 17 juegos
• Mundial Brasil 14
• Eurocopas: 2012 y 2016
• Copa Confederaciones: Brasil 14
• Equipos: Palermo (2006-07); Cremonese (2007-08); Ancona (2008-09): Palermo (2009-11); París Saint Germain (2011-16); Sevilla (2016); Osasuna (2017).