Crisis afecta la alta costura
| Viernes 10 julio, 2009
Crisis afecta la alta costura
El fantasma de la crisis planeó sobre los desfiles de alta costura parisina, que terminaron el miércoles, llevando a las casas de moda más conocidas a reafirmar su identidad y a las marcas más pequeñas a tratar de desempeñar el papel de laboratorio de ideas pese a sus medios reducidos.
Se terminaron los bolsos, chaquetas y zapatos nuevos e indispensables cada temporada, dijo el presidente de Christian Dior Couture, Sidney Toledano, estimando que en contexto actual de crisis económica la cuestión no es ya “what's new?” sino “¿qué hay mejor?”.
“Lo que buscamos es la excelencia del producto”, una creación que se sitúa “en la duración” y no en “el impulso” de la temporada.
Con mucho menos medios, las pequeñas casas, como Gustavo Lins, la firma “está en peligro”, según el propio diseñador, que acota empero que “la economía de medios es lo que lo ayuda a crear”. El creador brasileño sintetizó en su colección el trabajo de investigación que lo caracteriza con los quimonos, las prendas masculinas y la porcelana.
Víctima de la crisis y de problemas de gestión, Christian Lacroix, bajo administración judicial, propuso, con los pocos medios que le deja su situación, una colección tan corta como magistral. Su desfile, fuertemente ovacionado, podría ser el último del célebre creador.
Pero no por ello hay que considerar que la alta costura ha muerto. “La evolución forma parte de la moda y de la vida, y la alta costura vive con su época. El producto de nicho, particular, excepcional, tiene su espacio, y la crisis se llevará sobre todo los de gama intermedia, las cosas demasiado fieles a los códigos del siglo pasado”, según Lacroix.
París
AFP
El fantasma de la crisis planeó sobre los desfiles de alta costura parisina, que terminaron el miércoles, llevando a las casas de moda más conocidas a reafirmar su identidad y a las marcas más pequeñas a tratar de desempeñar el papel de laboratorio de ideas pese a sus medios reducidos.
Se terminaron los bolsos, chaquetas y zapatos nuevos e indispensables cada temporada, dijo el presidente de Christian Dior Couture, Sidney Toledano, estimando que en contexto actual de crisis económica la cuestión no es ya “what's new?” sino “¿qué hay mejor?”.
“Lo que buscamos es la excelencia del producto”, una creación que se sitúa “en la duración” y no en “el impulso” de la temporada.
Con mucho menos medios, las pequeñas casas, como Gustavo Lins, la firma “está en peligro”, según el propio diseñador, que acota empero que “la economía de medios es lo que lo ayuda a crear”. El creador brasileño sintetizó en su colección el trabajo de investigación que lo caracteriza con los quimonos, las prendas masculinas y la porcelana.
Víctima de la crisis y de problemas de gestión, Christian Lacroix, bajo administración judicial, propuso, con los pocos medios que le deja su situación, una colección tan corta como magistral. Su desfile, fuertemente ovacionado, podría ser el último del célebre creador.
Pero no por ello hay que considerar que la alta costura ha muerto. “La evolución forma parte de la moda y de la vida, y la alta costura vive con su época. El producto de nicho, particular, excepcional, tiene su espacio, y la crisis se llevará sobre todo los de gama intermedia, las cosas demasiado fieles a los códigos del siglo pasado”, según Lacroix.
París
AFP