Costa Rica esconde un tesoro: Un banco de semillas contra el hambre y el cambio climático
Walter Herrera wherrera@larepublica.net | Domingo 30 julio, 2023 04:21 p. m.
En las majestuosas montañas tropicales de Costa Rica, un tesoro invaluable duerme a la espera de su momento para ser resguardado del hambre y del embate del cambio climático.
Se trata de unas 6.200 muestras de 125 especies de plantas comestibles, como calabazas, chiles y tomates, cuidadosamente preservadas en el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (Catie), cercano a la ciudad de Turrialba.
En este santuario de biodiversidad vegetal, las semillas reposan a temperaturas bajo cero, llegando incluso a -20º C, lo que les permite conservarse durante hasta 40 años.
Su propósito va más allá de la simple protección; son un recurso valioso para la investigación y la ingeniería genética, buscando crear plantas más resistentes a plagas, enfermedades y cambios climáticos, además de reemplazar especies en riesgo de extinción.
Estas semillas, procedentes de 57 países, pero principalmente recolectadas en la región centroamericana, se convierten en un archivo genético único.
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La diversidad que poseen es inigualable, con muchas semillas que no se encuentran en ningún otro banco del mundo.
La razón de su existencia es clara: enfrentar el cambio climático y garantizar la seguridad alimentaria en un mundo cada vez más extremo.
Las semillas nativas, con su capacidad de adaptarse a diferentes condiciones climáticas, son fundamentales para sostener los sistemas agroalimentarios y afrontar la creciente amenaza que supone la producción de alimentos.