“Quedé en bancarrota y tuve que vender mi piano”
| Sábado 29 junio, 2013
Debi Nova
“Quedé en bancarrota y tuve que vender mi piano”
La infancia de una estrella destinada a brillar
Quienes la ven ahora no imaginarían los malos ratos que superó esta josefina nacida el 6 de agosto de 1980, quien hace 20 años en una presentación de canto entendió que ese era su camino.
Con voz firme y mirada transparente Devorah Nowalski recordó sus años de colegio y las idas a Puntarenas a la casa de los abuelos, escenario que a pesar de sus viajes, es el que más nostalgia le genera.
Dejó el país a los 17 años para cumplir un sueño, más allá de ser cantante quería probar que no existen imposibles cuando la perseverancia es el pan de cada día.
¿Cómo era en el colegio?
Una verde, era “nerd” fui al Instituto Weizman; era muy aplicada en el estudio, tenía un promedio de 98, solo había una compañera con mejores notas. Me encantaba matemáticas, era mi materia favorita.
¿Qué es lo que más recuerda de su infancia?
Cuando tenía cuatro o cinco años, me encantaba ir a una casa que tenían mis abuelos en el Roble de Puntarenas, iba toda la familia, los primos y jugábamos en la playa, siempre llevo el recuerdo de esa playa donde quiera que voy.
¿Cuál momento le mostró lo que sería en su futuro?
Recuerdo que estaba haciendo una presentación con cinco carajillas en la academia de baile Jazz Plus en la Sabana y el profesor quería que cantáramos, en ese momento supe que quería dedicarme a esto, fue en ese segundo.
¿Recuerda el día que se fue del país?
No lo recuerdo muy bien, cuando me fui para Pasadena, pero sí tengo la imagen llevando como dos “muertos” de ropa, maletas, mi bajo y mi guitarra, todo sola.
¿Cuál fue el momento más difícil viviendo sola, en otro país?
Tuve varios momentos muy difíciles, a mí me botaron de dos disqueras antes de poder sacar mi disco, la primera vez tenía 21 años, grabé 70 canciones, terminé mi primer disco y nunca salió. Vinimos a tomar las fotos a Puerto Viejo, nadie sabe de esto, creo que toda historia tiene esos momentos duros.
La primera vez fue porque cambiaron a la persona que me firmó, pasaron tres años sin grabar disco y dijeron “quién es esta artista, qué hace, qué es Costa Rica”, no cabía en las casillas que tenían establecidas para lo que debía ser un artista.
En 2004 estaba en la quiebra, tuve que vender mi piano, mi papá me decía “devuélvase a Costa Rica”, y mi abuelito me dijo “métase a la universidad, si estudia yo la ayudo, le mando dinero”.
Pero yo no quería venirme sin lograrlo, entonces vendí mi piano, en ese momento fue donde apareció Ricky Martin en mi vida y grabé mi primer disco.
¿Qué hace a Debi Nova diferente a otros artistas que no logran el éxito?
Mi disciplina, desde niña era muy determinada, solo intentaba sacar 100 en todas las materias. Si no haces las cosas de la mejor manera, hay otro que las hará.
¿Cuáles momentos casi la hicieron desistir de seguir luchando?
He pasado por momentos muy fuertes, tuve un problema legal con un exmanager que me dolió mucho emocionalmente, he pasado por depresiones, me estafaron en Estados Unidos y me sacaron todo mi dinero, eso fue una zancadilla, estaba en una lista de las personas estafadas en Los Ángeles.
¿Pensó en estudiar alguna carrera?
Sí, cuando quedé en la quiebra después de perder el contrato discográfico, fui a la universidad de USLA en Los Ángeles a estudiar música, pero estaba entre dos carreras que una no tenía nada que ver, una era sociología y estudios latinoamericanos, la otra era educación musical para ser profesora. Estudié dos años de música.
¿Quién fue la primera persona que le dijo “no”?
Siempre tuve mucho apoyo de mi familia, mi papá no estaba muy de acuerdo cuando me salí de la universidad, yo le dije que me iba a tomar un cuatrimestre de descanso, porque estaba de gira con Sergio Méndez en ese momento, pero nunca regresé. Mi abuelito siempre tuvo sus preocupaciones, me decía que era bueno tener un plan B en la vida, y yo le decía que mi plan B era trabajar por el plan A, he sido muy testaruda con mi sueño.
¿Se pueden cumplir los sueños?
La vida es mágica si uno tiene un sueño y viene de un lugar genuino, de corazón el universo conspira para ayudarte, llámese Dios o como quiera, hay que levantarse a trabajar duro, a veces no duermo pensando en cómo mejorar, siento que todavía me falta mucho por mejorar, es proponérselo y darle con todo.
Angie Calvo
acalvo@larepublica.net