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Lussania Víquez: “Dios hizo cosas inexplicables cuando se lo pedí”

Carolina Barrantes redaccion@larepublica.net | Viernes 17 octubre, 2014


Esteban Monge/La República


ENTREVISTA

Lussania Víquez: “Dios hizo cosas inexplicables cuando se lo pedí”

La presentadora le ganó la batalla al cáncer de seno y ahora promueve un mensaje de esperanza


Dios le concedió una segunda oportunidad de vivir, y Lussania Víquez la emplea para cumplir sus sueños y llevar esperanza a quienes luchan para vencer el cáncer de seno.
La joven presentadora del programa Informe 11 sabe lo que es enfrentar cara a cara a esa enfermedad y asegura que su fe en Dios, el apoyo de sus seres queridos así como el seguir su vida con normalidad cuando recibía tratamiento, fueron vitales.

¿Cuáles fueron los aspectos en los que se enfocó para salir adelante y superar el cáncer de seno?
Dios es el centro de mi vida, así que me enfoqué en fortalecer mi relación y comunicación con él para entender lo que buscaba de mí a través de esa prueba tan difícil y sobre todo inesperada.
Además me alentaba siempre pensando que era algo temporal, una experiencia dura, pero que pronto pasaría y que lejos de ser mi fin, era el inicio de mi lucha por la vida.
Traté de continuar mi vida durante el proceso con toda normalidad, seguí estudiando, de hecho preparé y defendí mi tesis durante el tratamiento. En fin, no dejé de hacer las cosas que me hacían feliz solo porque estaba enferma en ese momento y me acerqué a personas positivas y alegres que edificaran mi vida en vez de que me dijeran “pobrecita”.

¿Cuán preponderante fue el rol de sus familiares y amigos?
Soy muy bendecida por haber contado con el apoyo incondicional de mi familia, así como de ángeles que Dios le pone a uno en el camino.
Durante el proceso aprendí que generalmente “los amigos se vuelven desconocidos y los desconocidos se vuelven amigos”, pero la verdad comprendí que quien quiere estar en mi vida es bienvenido, y el que no, que Dios lo acompañe y que le vaya bien. Uno no puede desgastarse pensando en quienes no quisieron quedarse.

¿Cuáles consejos brindaría a las mujeres para que pongan atención a ese mal, no se descuiden y no tengan temor?
Les puedo asegurar por experiencia propia que una detección temprana hace la diferencia entre vivir o morir, así que no dejen de chequearse. No se conformen con el autoexamen, realícense el ultrasonido y si tienen más de 40 años acompáñenlo de una mamografía. Recuerden que el cáncer no respeta edad, condición social, género, ni raza. A mí me diagnosticaron a los 26 años, siempre había tenido un estilo de vida saludable y en mi familia nadie había padecido esta enfermedad.
Recuerden que Dios y una actitud positiva son vitales para cualquier prueba que estén enfrentando.

Usted apoya muchas iniciativas, ¿esto le ha ayudado a reforzar su propio camino, confianza y seguir adelante?
¡Sí, claro que sí! Durante la lucha que tuve contra el cáncer de mama me di cuenta de que estaba enfocada solo en mí y comprendí que no podía seguir así, fue a raíz de eso que decidí mostrar la realidad del cáncer compartiendo mi testimonio y ser un instrumento de Dios, con el objetivo de llevar esperanza a quienes no la poseen y además en agradecimiento por la segunda oportunidad de vida que Dios me dio.
Y no es que me crea “la mujer maravilla” pero Dios hizo cosas inexplicables en mi vida cuando se lo pedí, entonces ¿cómo no voy aportar mi granito de arena en estas causas? Es lo mínimo que puedo hacer. Tengo muy claro que si continúo en este mundo un ratito más, es por algo.

Carolina Barrantes
cbarrantes@larepublica.net
@cbarrantesLR


 







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