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¡Cuidado, no se obsesione con su cuerpo!

Carolina Barrantes redaccion@larepublica.net | Jueves 24 julio, 2014




#1 año podría llevarse una intervención en psicoterapia del TDC


SALUD

¡Cuidado, no se obsesione con su cuerpo!

Hay personas que se preocupan constantemente y en extremo por su apariencia, un padecimiento llamado trastorno dismórfico corporal

El inicio de los síntomas del trastorno dismórfico corporal generalmente ocurre en la adolescencia o en la edad adulta temprana. Internet/La República

¿Sabía que hay personas que están obsesionadas en extremo con su apariencia, al punto que pasan mucho tiempo frente al espejo viendo por ejemplo, si tienen el cabello fino o no, la nariz grande o alguna cicatriz?
Ellos tienen lo que se conoce como trastorno dismórfico corporal (TDC), un padecimiento en el que los individuos pasan preocupados y pensando constantemente en “defectos” que ven en su cara u otras partes de su cuerpo.
Estas personas tienden a exagerar “detalles malos” que encuentran en sí mismas o incluso llegan a inventarlos, debido a los pensamientos obsesivos que tienen de su apariencia.
Así por ejemplo, el verse o imaginarse una simple arruga en el rostro, los ojos de diferente tamaño o los labios muy finos, ya es una preocupación real para ellos.
“Es una obsesión que hay con el aspecto físico, puede ser real o imaginaria. Es reconocido en la persona, para saber si lo tiene o no, porque presenta un malestar intenso en relación con un supuesto defecto”, comentó Diana Mesén, psicóloga clínica.
Las personas que tienen este padecimiento enfrentan problemas a nivel social, personal y laboral, porque tienden a aislarse.

Por ejemplo tienden a quedarse en su casa para evitar ser vistas por otras personas, evitan el tener citas, gastan muchas horas  pensando en su “defecto”, abandonan el estudio y llegan a tener problemas matrimoniales, señaló Mesén.
También pueden evitar el hacer entrevistas profesionales, tener trabajos por debajo de su nivel académico, tienen pocas amistades, e incluso pueden tener problemas en el matrimonio y llegar a divorciarse debido a sus síntomas, añadió la psicóloga.
No hay datos exactos de qué ocasiona ese padecimiento, pero los expertos señalan que las presiones sociales por tener el rostro y el cuerpo perfecto, es decir cumplir estándares de belleza, pueden ser un factor.
También pueden influir la educación en el hogar y sobrenombres que pongan allegados como “orejón” y “narizón”, lo que provoca que la persona tienda a “magnificar” ese defecto y le afecte las áreas en las que se desenvuelve, señaló Mesén.

 

Carolina Barrantes
cbarrantes@larepublica.net
@cbarrantesLR







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