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Al borde de la crisis

María Cisneros redaccion@larepublica.net | Jueves 06 junio, 2013


La situación afecta el empleo actual y desincentiva la inversión extranjera, que ha sido fundamental en la estrategia de desarrollo del país, explicó Carlos Montenegro, subdirector ejecutivo de la Cámara de Industrias. Esteban Monge/La República


Empresas se sienten en peligro por tarifas eléctricas e ingreso masivo de dólares

Al borde de la crisis

Respuestas para mejorar competitividad no llegarán a corto plazo

Una situación de congoja es la que dicen vivir los empresarios costarricenses, quienes se sienten al borde de una crisis debido a los altos costos operativos que enfrentan.

Más regulación a las tarifas de electricidad y la llegada del proyecto de ley que evitaría el ingreso masivo de capital golondrina lideran la lista de soluciones en espera. Sin embargo, ambas parecen lejanas de alcanzarse.
En el primer caso se ha producido un aumento en las tarifas de electricidad en tensión media del 38% durante el último año.
Como medida paliativa, los empresarios tienen la esperanza puesta en una Ley de Contingencia Eléctrica que en resumen vendría a controlar futuros ajustes en los precios gracias a que daría mayor opción de participación en la generación al sector privado, y promover más las fuentes renovables.
Esta legislación llegó al Plenario hace dos años y su discusión aún camina a paso lento.
Atrasarse más con ella implicaría una menor apertura para las líneas de producción del sector industrial, inclusive en algunos casos podrían cerrarse negocios, algo que ya estaría ocurriendo, según Jaime Molina, presidente de la Unión de Cámaras.
Conocer que otros países suplen el producto a un menor costo pondría a algunos como Panamá muy por encima a nivel competitivo.
“Ya existen casos de empresas que han cerrado su negocio y prefirieron establecer la operación en uno cercano, no se dan a conocer nombres por políticas internas de esas compañías, pero son extranjeras”, explicó Molina.
Ejemplos de ese tipo se darían más al tratarse de empresas de servicios, para las cuales es más fácil trasladar sus operaciones ya que no es tanta la inversión que realizan para su posicionamiento. Esto, al compararla con otros sectores como manufactura o ciencias de la vida.
En el caso del capital golondrina, la queja es de que existe mucho dinero en la economía que llega a especular, lo cual no genera grandes beneficios de largo plazo para el país.
Existe al respecto otro proyecto de ley que regularía el tema, pero mientras no se apruebe, este tipo de capital seguirá ingresando al país sin medida, y realizando presión en el tipo de cambio.
Si el tipo de cambio alcanza el piso, para mantener la banda estable el Banco Central tendría que comprar dólares y circularía más colones, afectando la inflación.
Si como solución alterna el Central decide esterilizar esos colones adicionales por medio de la venta de bonos, podría presionar al alza las tasas de interés, explicó Pedro Morales, asesor en política industrial de la Cámara de Industrias.
Este proyecto está más cerca de obtener la luz verde. Sin embargo aún debe pasar el trámite por el plenario.
Actualmente, la confianza del sector empresarial está en casi un 7%, el mismo nivel que mantuvo el año pasado. Además, la percepción del mercado se ubicó en el 5%, menos que en 2012, de acuerdo con la encuesta Pulso Empresarial de Unión de Cámaras.

María Fernanda Cisneros
mcisneros@larepublica.net







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