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¿Cuándo echarse al agua?

Carlos Bejarano web@carlosbejarano.com | Lunes 06 marzo, 2017


“Hace tiempo estoy pensando en comenzar mi propio negocio, pero la verdad creo que no es el momento preciso”. Esta es la reflexión más común que tiene o expresa una persona que desea emprender un proyecto, en especial cuando es un emprendimiento en el campo de los negocios.

Este cuestionamiento es un reflejo propio del ser humano y se presenta desde que los planes comienzan a tomar forma en la mente de su gestor o gestora.

Lo que busca la persona, es considerar todas las variables que puedan afectar la ejecución de la idea, aunque quizás nunca se logre una certeza absoluta al respecto, ya que pueden quedar por fuera factores que se desconocen.

En medio de estos cuestionamientos sobresalen con especial fuerza aquellas “razones” que podrían afectar la exitosa implementación del negocio. Hay quienes le llaman pesimismo, otros por el contrario lo denominan realismo, mientras que ciertamente son resultado de la incertidumbre y que aparece en forma dela pregunta; ¿Qué pasa si...?

¿Qué pasa si fracaso? ¿Qué pasa si renuncio a mi actual trabajo? ¿Qué pasa si no tengo los recursos suficientes para desarrollar mi idea? ¿Qué pasa si me gana la competencia? Este tipo de dudas podría ser tan extensa como sus posibles respuestas, sin embargo considero que hay cuatro aspectos fundamentales a considerar, para reducir al mínimo la incertidumbre y fortalecer la actitud ganadora.

Seguramente espera que el primer aspecto sea muy intelectual y espero no causarle decepción, pero lo primero que se debe desarrollar es la automotivación. Los emprendedores y las emprendedoras que conozco, iniciaron sus proyectos de negocio buscando lograr un sueño, es decir seguían una motivación.

Una parte de nuestros familiares y amigos suelen integrar el “comité de apoyo”, mientras que otros prefieren optar por pronósticos más reservados, y eso no es malo. Por esto es importante procurar un alto nivel de automotivación. En este caso ayuda mucho ver vídeos con alto contenido de motivación y aprendizaje, si el contenido le agrada suscríbase al canal para que pueda recibir las actualizaciones. El siguiente es un buen ejemplo;


El segundo aspecto a considerar es el alimento intelectual, sea que ya inició su emprendimiento o que apenas sea una idea, es necesario aplicar un tipo de aprendizaje vicario y aprender de las lecciones de otros. Para esto sugiero leer y aprovechar el universo de e-books gratuitos que puede encontrar en Internet. La idea es llevar acabo lecturas que le brinden nuevos puntos de vista, sobre su campo profesional, lo negocios y hasta la vida personal. En este link podrá descargar de manera gratuita algunos e-books de un autor latinoamericano, en especial recomiendo “La gran manzana”.

El tercer aspecto es propio del mundo emprendedor, incrementar su red de contactos. Muchos emprendimientos crecen gracias a los encadenamientos productivos. Y la probabilidad de integrarse a uno de estos aumenta según los contactos que logramos. Las redes sociales y los blogs pueden utilizarse como herramientas integradoras y de proyección. Además esto permite incorporarse en listas de correos que convocan a actividades presenciales y virtuales de interesante contenido.

El cuarto aspecto en muchos casos es el primero que se sugiere y desde luego que es muy importante, la planificación formal de su idea o emprendimiento. En este link  podrá encontrar un interesante libro de texto abierto que le dará excelente ideas para implementar de manera ordenada su idea o bien mejorar el emprendimiento que ya desarrolla.

Hay que perder el miedo a echarse al agua, motivarse todos los días para lograr la metas, capitalizar todas las experiencias que se viven y fortalecer el espíritu emprendedor,es el principal objetivo que busco al compartir mis ideas en este espacio, muchas gracias por leerme.






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