Tecnología e innovación: Claves en el futuro de la agricultura

La pandemia confirmó la relevancia que tiene la labor de los agricultores en la sociedad y del sector agrícola para garantizar la alimentación de la población del planeta.

Y como parte de los aprendizajes de la actividad agrícola, está la necesidad de fortalecer el aporte de la innovación y la tecnología, que permiten la automatización de los procesos e incluso monitorear el campo desde largas distancias.

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Una trasformación de los sistemas agroalimentarios para hacerlos más eficientes, resilientes y sostenibles para conseguir una mejor producción y nutrición, es lo que promueve la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Mayor productividad, menores costos y más eficiencia son algunos beneficios a la hora de producir con herramientas tecnológicas, de acuerdo con los expertos.

Costa Rica no escapa de esta realidad mundial y ha iniciado proyectos para impulsar la “agricultura inteligente” dentro de los pequeños y medianos productores, con la intención de mejorar la calidad y productividad de las cosechas.

Uno de los casos que promueve la actualización y modernización de esta actividad es la Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno, de la Universidad de Costa Rica (UCR), que brinda capacitación a productores en el uso de técnicas modernas adaptadas al trópico.

Como parte de los avances en la innovación, la Estación tiene aproximadamente cuatro años de aplicar tecnología israelí en los sistemas de riego, en drones y sensores; así como capacitación para formar a estudiantes y productores.

“Los beneficiados directos son los estudiantes de la Escuela de Agronomía de la Universidad de Costa Rica, por un lado, y por el otro los grupos de agricultores que se capacitan, muchos de ellos en el tema de riego artificial”, dijo Néstor Cháves, director de la Estación Experimental.

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Además, incursionan en la producción de energías alternativas por medio de un biodigestor donado por la empresa de Israel HOMEBIOGAS y próximamente, esperan introducir sistemas de tratamiento y purificación de agua, para utilizarla en el riego de cultivos.

La compra de tecnología no debe ser percibida como un gasto, sino como una inversión a largo plazo que puede reducir costos, tiempos y mejorar la productividad de los campos.

“La tecnología uno a veces tiende a sentirla cara, pero cuando se hace un análisis económico se da cuenta de que la tecnología termina siendo muy barata (…) No nos podemos quedar atrás, desde la Academia tenemos que estar actualizados, pero el productor nacional debe echarle mano porque tampoco puede quedarse atrás, al final todo termina siendo economía, producir a un menor costo o mantener el costo, pero producir más”, agregó Cháves.

En Israel todos los agricultores cuentan con sistemas automatizados, a diferencia de los costarricenses, a pesar de que la tecnología sí llega al país, según Carlos Huertas, docente de la Escuela de Agronomía de la UCR, quien viajó a territorio israelí a capacitarse.

“Lo que hemos hecho por medio de la universidad es ver cómo todos los agricultores del país accedan, entonces ellos (Israel) nos dieron varias estrategias de cómo lo hacen ellos”, dijo Huertas.

La intención es lograr que todos los productores nacionales cuenten con tecnología de automatización y acceso a Internet, para que puedan combatir el problema de la escasez de mano de obra que tiene el sector agrícola.

“De todo el istmo centroamericano que estuvo allá, Costa Rica es el que ha logrado aplicar las tecnologías mucho más rápido y concreto para las soluciones agrícolas, lo que queda es definir cómo la adaptamos a la mayor cantidad de agricultores lo más rápido posible”, agregó Huertas.

Durante los últimos años los gobiernos de Israel y Costa Rica han realizado varios proyectos relacionados a la tecnología agrícola o “Agritech”, que busca mayor calidad, rendimiento y rentabilidad.