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Martes, 5 de noviembre de 2024



NOTA DE TANO


Sorprendió la conducta pasiva de Arnáez ante Saprissa

Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Martes 10 septiembre, 2019

arnaez y escudo con vidrio quebrado

Triunfó el campeón nacional.

Ganaron los cuatro grandes.

Cayeron los cuatro de la zona baja de la tabla; cero sorpresas en la fecha de cierre de la primera vuelta del Apertura.

Cabe resaltar, entonces, la victoria de Santos ante Universitarios, que le permitió a las huestes de Johnny Chaves dar un salto de garrocha en la clasificación y pasar del noveno al sexto lugar, superando hoy con 15 unidades a Jicaral, Pérez Zeledón, Guadalupe y Grecia, todos derrotados en la jornada.

Hablando de Grecia, se conocen públicamente los problemas económicos que tiene el club, aparentemente, similares a los que hace rato confesaron las tesorerías de Limón y Universitarios.

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Fue anunciada la destitución del técnico Luis Diego Arnáez, y conociendo al “Flaco”, nos sorprendió la extrema pasividad que mostró minutos antes de que empezara el partido con Saprissa.

El todavía técnico de Grecia se sentó en las cómodas sillas de la reserva y no se inmutó, ni se movió, ni se alteró, ni ordenó variantes en el equipo, que ya al minuto cuatro tenía dos goles en la jaula.

Ni por asomo la conducta del timonel de los griegos era la del “Flaco” de siempre, repleto de sangre y adrenalina.

Luis Diego Arnáez se presentó ante el Saprissa como un técnico resignado, y es fácil deducir que los problemas domésticos del club lo tenían afectado.

Pocas horas después de la masacre futbolera se anunció su salida.

Fue inexplicable la falta de reacción del “Flaco”, tras observar cómo Jean Carlo Sánchez, defensa izquierdo del equipo, se hundía como marcador central y Yeremy Araya hacía lo propio en la posición natural de Sánchez.

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Era urgente el movimiento: que entrara un defensa central, pasar a Jean Carlo a la izquierda y a Araya a la cintura para tratar de frenar a Christian Bolaños, quien hacía fiesta.

Curiosamente, esta variante Arnáez la ordenó en el minuto 68, cuando entró José Vargas por Mauricio Castillo, estando ya el partido liquidado.

Incomprensible el comportamiento de Luis Diego, pero puede, tras conocerse horas después su salida, que físicamente el técnico estaba sentado en el banquillo, pero mentalmente su cabeza estaba en otro lado.

En otro escenario, parece que Limón no sale de la crisis, no llegan noticias frescas del Puerto y el barco verde naufraga, 19 puntos menos que el líder Alajuelense, diferencia triste y abismal.

gpandolfo@larepublica.net

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