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EDITORIAL


Revivir carretera china a Limón

| Viernes 06 junio, 2014




¿Qué es lo que pasa en realidad? ¿Qué produce este tipo de parálisis, que se repite y repite desde hace muchos años a la hora de emprender y desarrollar las obras de infraestructura y otros tipos de proyectos para el progreso del país?


Revivir carretera china a Limón

Hay pocas probabilidades de que avance el proyecto para ampliar la carretera entre Río Frío y Limón, a pesar de que se considera necesario para el país y de que muchos limonenses lo ven como una manera de producir mejores condiciones en la provincia.
¿Qué es lo que pasa en realidad? ¿Qué produce este tipo de parálisis, que se repite y repite desde hace muchos años a la hora de emprender y desarrollar las obras de infraestructura y otros tipos de proyectos para el progreso del país?
Las situaciones se han reiterado y casi siempre con los mismos resultados: retrasos, mayores costos, conflictos.
Y las causas del fracaso también son más o menos las mismas en muchos casos: contratos firmados con cláusulas inconvenientes para Costa Rica, falta de supervisión luego de concesionada una obra, demoras en los procesos de expropiación que ya se sabía que se producirían cuando se firmó el contrato, entre otros.
Dice el dicho popular que “nadie aprende por experiencia ajena”, pero es deseable por el bien de Costa Rica, que esta vez el Gobierno sí pueda aprovechar las negativas experiencias, escudriñar en sus entrañas y tomar nota para realizar los cambios que sean necesarios a fin de emprender rutas con menos errores y administrar con transparencia.
En el caso del contrato con China para la construcción de la vía entre Río Frío y Limón, este fue firmado durante la administración de Laura Chinchilla pero le tocará al Gobierno de Luis Guillermo Solís enfrentar el problema de que se haya adquirido el compromiso en condiciones no claras ni convenientes, según se ha conocido.
Corresponderá a China también tomar posición en el sentido de aceptar o no hacer algunos cambios en el contrato a fin de que la obra se realice.
No se cuenta con un diseño detallado para poder estudiar bien la propuesta hecha por el Gobierno chino y valorar si se justifica el costo que supuestamente tendría la obra, de $500 millones.
Pero existen muchos otros aspectos aún no claros, como un estudio de suelos y existencia de humedales que podrían impactar directamente en el valor del proyecto.
No se debieron adquirir compromisos en estas condiciones y sin que los costarricenses se enteraran de la situación porque se trata de dinero público el que se utilizará para pagar los costos.
Es por este tipo de cosas que se fue perdiendo confianza en las administraciones y la población exigió un cambio.
Veremos si es posible llevarlo a cabo en aquellas cosas que el Gobierno hereda en malas condiciones.







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