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Miércoles, 1 de mayo de 2024



NACIONALES


Presas desatan infierno vial

Danny Canales dannycanales.asesor@larepublica.net | Martes 25 diciembre, 2007




Auge inmobiliario y comercial colapsó concurridas rutas de la capital
Presas desatan infierno vial

• Saturación de las carreteras ha aumentado contaminación ambiental, robos y costo de fletes
• Gobierno promete ampliación de rutas, un tren ligero y mejor sistema de buses como solución

Danny Canales
dcanales@larepublica.net  

Circular entre San José y Heredia en hora pico requiere actualmente más de una hora y 15 minutos.
Podría decirse que es una eternidad tomando en cuenta que ese trayecto es de apenas 12 kilómetros.
La gran congestión en el Area Metropolitana es consecuencia de una ecuación negativa: la red vial no crece al ritmo de la importación de vehículos.
Mientras en los últimos cinco años solo se han construido dos obras viales, que no suman ambas ni tres kilómetros, la flota de autos creció en 400 mil unidades.
Esa situación produce que usted quede estancado en presas interminables y ya no solo en las horas pico.
Lo grave es que el desarrollo inmobiliario y comercial que registra el país lleva la red a un caos mayor.
Por ejemplo, rutas como la que va de la Pozuelo a Heredia y la propia Uruca colapsaron, según reconocen las autoridades de vialidad.
Los peajes también se han convertido en un dolor de cabeza, debido a que el lento cobro provoca extensas colas.
Además hay vías que van por el mismo camino como la Antigua Galera y la Sabana, por el auge inmobiliario, y el paso entre Zapote y Curridabat, por el boom comercial.
“El auge comercial y habitacional demanda parqueos y provoca saturación de las vías”, reconoció Alejandro Molina, jerarca del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi).
Molina consideró además que las acciones realizadas para agilizar el tránsito han sido escasas “por falta de recursos”.
“Hasta el año pasado fue que se le asignó al Conavi todo el dinero que le correspondía del impuesto a los combustibles”, dijo el jerarca de esa entidad.
La saturación de las vías afecta la calidad de vida de los ciudadanos, pues no solo causa estrés, sino también alergias y problemas respiratorios por la contaminación.
El último estudio sobre la calidad del aire reveló que hay cinco zonas en la capital que rebasan el nivel de gases permitidos por la Organización Mundial de la Salud.
Como conclusión, el análisis realizado por la Universidad Nacional alerta que el problema va en crecimiento y se lo atribuye a la alta concentración de autos.
La muchedumbre de autos, sobre todo en los semáforos e intersecciones, también se ha convertido en el lugar ideal de los ladrones.
Aunque las estadísticas judiciales no tienen contabilizados los robos que se producen en esos sitios, cada vez son más las personas que comentan haber sido objeto de robo.
Las mujeres son las que más se ven afectadas. Los semáforos de Hatillo, la intersección entre Tournón y la Uruca y la que va de Llorente a Colima de Tibás son de las más peligrosas.
Podría decirse que parte del aumento en los precios de los bienes de consumo también podría atribuirse a la congestión de las carreteras.
Cuanto más saturación haya, mayores son los gastos en combustibles —que llegaron este año a su precio récord— y mantenimiento de vehículo que deben hacer las empresas para distribuir sus productos.
“Las presas y el aumento de los combustibles han encarecido los fletes”, comunicó Javier Reyna, presidente de la Cámara Nacional de Transportistas de Carga.
Se estima en más de un 15% el aumento del costo de distribución de productos a lo interno del país, para las compañías de bebidas y alimentos.
Al final son los consumidores los que terminan pagando ese gasto adicional, debido a que parte de esos costos adicionales se trasladan al precio final de los productos.
Y mientras las presas y sus efectos crecen, los proyectos para combatirlas avanzan a paso de lento.
La conclusión de la ampliación de la ruta a Guadalupe y la construcción del tramo entre Tournón y La Uruca —que juntas no suman 3 kilómetros— son las obras viales más visibles en la capital durante los últimos cinco años.
Además destaca el recién inaugurado sistema de semáforos inteligentes, con el que se pretende reducir en ocho minutos el tiempo de circulación entre la estatua de don León Cortés y Cuesta de Moras.
Mientras tanto, los grandes proyectos para ordenar el transporte público, ampliar las principales vías e instalar un tren ligero existen solo en planos.
Sin embargo, las autoridades de Obras Públicas y Transportes prometen concentrarse en atender la saturación vial a partir del próximo año.
“Tenemos en marcha cinco contratos para ampliar las radiales más congestionadas y vamos a impulsar varios proyectos para agilizar el tránsito”, afirmó Molina.
Además se promete para el próximo año el inicio de dos proyectos de concesión para construir una vía hacia Caldera y ampliar la ruta hacia San Ramón, más el concurso para la instalación de un tren eléctrico.
El primer proyecto arrancará en enero y el otro se estima que empezará durante el primer trimestre, dijo Luis Diego Vargas, viceministro de Concesiones.
En material vial se dará prioridad además a la conclusión de la fase norte de la ruta Circunvalación, entre la Uruca y Calle Blancos.
La agenda de nuevas carreteras tiene tres décadas estancada por falta se recursos y de una adecuada planificación de la administración.
En cuanto al sistema ferroviario, dijo que espera al menos seleccionar en 2008 a la empresa que lo operará.
Inicialmente se analiza la posibilidad de construir un tren ligero con rutas que unan el este con el oeste de la capital.
También se abriría el tramo desde el centro de San José hacia Cartago y hacia Heredia.
Además, en transporte se prometen acciones para poner en marcha a partir del próximo año las primeras rutas del plan de sectorización del transporte público.
Con ese proyecto se busca reducir el número de autobuses que ingresan al centro de San José y el uso de unidades articuladas —tipo acordeón— que tienen una mayor capacidad.








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