¿Por qué en el PAC?
| Miércoles 02 mayo, 2012
¿Por qué en el PAC?
El PAC se presenta por primera vez al electorado nacional con la siguiente oferta: Adecentar la política, eficientizar al Estado, generar riqueza y distribuirla de la manera más justa. Socialcristianos, socialdemócratas, liberales y socialistas, coinciden en la necesidad de dar un giro en la forma clientelar y corrupta en que se había acostumbrado el ejercicio de la política y el poder en nuestro país. En 2006, los tópicos ofrecidos no habían perdido vigencia, el PAC participa en las elecciones y técnicamente empata con el Nobel de la Paz. Se vino el referendo para decidir la aprobación del RD-CAFTA, y la división nacional se hizo más visible, más amplia y profunda. Mentiras, manipulaciones, miedos, ofensas, y descalificaciones acompañaron el debate, el país se polariza y a partir de allí comienzan los del NO y los del Sí, los comunistas y los vende patrias, gravísima falacia.
La crisis internacional se suma a la falta de agenda interna, y el país se estanca. Se aplican medidas populistas, y se administran erróneamente los recursos públicos. Mientras tanto, la pobreza crece, la brecha socioeconómica se ensancha, el déficit se dispara, y la calidad de la educación, de los servicios de la Caja, de los puentes y de las carreteras, se deteriora. En esa coyuntura, soy invitada al PAC, allí comencé a conocer la propuesta de primera mano, no se trata de una ideología radical ni populista, sino de la solución pragmática a los problemas nacionales. En 2009, la ética en la función pública, la eficiencia del Estado y la justicia social, continuaban siendo la solución al deterioro social y económico que dejaba el gobierno de turno. ¿Cómo no aceptar ser parte de la solución, cómo no estar convencida de que la corrupción en este país es el mayor cáncer que nos carcome? ¿Cómo no convencerse de que el Estado costarricense funciona de la manera más ineficiente por las políticas clientelares de quienes nos han gobernado y de los dirigentes gremiales que han hecho acuerdos abusivos con ellos?
El escenario se ha agravado, por eso un grupo de partidarios nos hemos organizado para destacar la propuesta que le devuelva la esperanza a Costa Rica. Los políticos que no se comprometan con la ética en la función pública, que no reconozcan la necesidad de apoyar al empresariado como generador de riqueza sostenible, que no crea que la educación es el mayor movilizador social, que no se esfuerce por poner al Estado a funcionar de la manera más eficiente; no tendrán credibilidad frente al electorado. Los extremos ideológicos que tanto daño le han hecho al mundo, no son parte de la propuesta PAC que apoyo, en nuestras filas se recoge el pensamiento social y democrático costarricense, por eso estoy en el PAC, por eso formo parte del Grupo AMANECER, y por eso también hago mío el credo que cada día aparece al pie del editorial de este diario que dice: “Creo en una democracia equitativa, productiva y pacífica, que promueve el respeto a la naturaleza y el acceso universal a la educación y salud; impulsada por empresas dinámicas en competencia sana y abierta, reguladas por un Estado eficiente y transparente. Todo lo anterior, en la búsqueda de la felicidad y libre de prejuicios”.
Mónica Segnini
Empresaria
El PAC se presenta por primera vez al electorado nacional con la siguiente oferta: Adecentar la política, eficientizar al Estado, generar riqueza y distribuirla de la manera más justa. Socialcristianos, socialdemócratas, liberales y socialistas, coinciden en la necesidad de dar un giro en la forma clientelar y corrupta en que se había acostumbrado el ejercicio de la política y el poder en nuestro país. En 2006, los tópicos ofrecidos no habían perdido vigencia, el PAC participa en las elecciones y técnicamente empata con el Nobel de la Paz. Se vino el referendo para decidir la aprobación del RD-CAFTA, y la división nacional se hizo más visible, más amplia y profunda. Mentiras, manipulaciones, miedos, ofensas, y descalificaciones acompañaron el debate, el país se polariza y a partir de allí comienzan los del NO y los del Sí, los comunistas y los vende patrias, gravísima falacia.
La crisis internacional se suma a la falta de agenda interna, y el país se estanca. Se aplican medidas populistas, y se administran erróneamente los recursos públicos. Mientras tanto, la pobreza crece, la brecha socioeconómica se ensancha, el déficit se dispara, y la calidad de la educación, de los servicios de la Caja, de los puentes y de las carreteras, se deteriora. En esa coyuntura, soy invitada al PAC, allí comencé a conocer la propuesta de primera mano, no se trata de una ideología radical ni populista, sino de la solución pragmática a los problemas nacionales. En 2009, la ética en la función pública, la eficiencia del Estado y la justicia social, continuaban siendo la solución al deterioro social y económico que dejaba el gobierno de turno. ¿Cómo no aceptar ser parte de la solución, cómo no estar convencida de que la corrupción en este país es el mayor cáncer que nos carcome? ¿Cómo no convencerse de que el Estado costarricense funciona de la manera más ineficiente por las políticas clientelares de quienes nos han gobernado y de los dirigentes gremiales que han hecho acuerdos abusivos con ellos?
El escenario se ha agravado, por eso un grupo de partidarios nos hemos organizado para destacar la propuesta que le devuelva la esperanza a Costa Rica. Los políticos que no se comprometan con la ética en la función pública, que no reconozcan la necesidad de apoyar al empresariado como generador de riqueza sostenible, que no crea que la educación es el mayor movilizador social, que no se esfuerce por poner al Estado a funcionar de la manera más eficiente; no tendrán credibilidad frente al electorado. Los extremos ideológicos que tanto daño le han hecho al mundo, no son parte de la propuesta PAC que apoyo, en nuestras filas se recoge el pensamiento social y democrático costarricense, por eso estoy en el PAC, por eso formo parte del Grupo AMANECER, y por eso también hago mío el credo que cada día aparece al pie del editorial de este diario que dice: “Creo en una democracia equitativa, productiva y pacífica, que promueve el respeto a la naturaleza y el acceso universal a la educación y salud; impulsada por empresas dinámicas en competencia sana y abierta, reguladas por un Estado eficiente y transparente. Todo lo anterior, en la búsqueda de la felicidad y libre de prejuicios”.
Mónica Segnini
Empresaria