Pandemia socava empleo de las mujeres

La pandemia ha provocado una afectación en el trabajo para todos los costarricenses sin importar estrato económico, edad o región.

Sin embargo, algunos grupos han sufrido más que otros y este es el caso de las mujeres, quienes presentan una situación más compleja en relación con años anteriores.

Y es que en la última década, los niveles de desempleo en las mujeres han estado en promedio cuatro puntos porcentuales por encima del desempleo en hombres, pero a partir del II trimestre del 2019 la brecha se ensanchó por culpa de la pandemia del Covid-19.

En estos momentos, la falta de trabajo afecta al 29% de las féminas, mientras que en los hombres apenas es de 17,4%.

Se trata de un dato alarmante pues presenta un retroceso en la situación laboral de las mujeres.

Por otra parte, al analizar a los dos grupos de desempleados, se observa que las mujeres tienen mayores niveles académicos que los hombres.

Específicamente para el III trimestre del 2020, un 15% de las mujeres desempleadas tenían un título universitario, frente a un 8% de los hombres en esta misma condición.

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Además, cerca de un 93% de la totalidad de desempleadas tienen experiencia previa, pero aproximadamente un 9% de estas han tenido que salir de su empleo por razones personales, que incluyen renuncia voluntaria, incapacidad prolongada, por jubilación o por malas relaciones laborales, según datos del INEC.

Otro dato significativo en torno al empleo, es el hecho de que un 40% de los hogares del país están encabezados por una mujer y una de cada dos mujeres está desempleada o trabajando menos horas de las que está dispuesta a laborar, por lo que la afectación del desempleo y del subempleo femenino podría estar afectando a nuevas generaciones y a muchos hogares costarricenses.

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Lo anterior debido a que la Covid-19 ha impactado muchos sectores de la economía relacionados con empleos femeninos como lo son las actividades de alojamiento y comidas, el comercio, el turismo y el servicio doméstico, sectores que su recuperación puede no ser tan inmediata.

Fortalecer la red de cuido a nivel nacional, para que las mujeres puedan trabajar, buscar un trabajo o emprender, sin preocuparse de sus hijos, es vital para reducir la brecha.

Por otro lado, desde el sector privado se podría establecer jornadas especiales con horarios flexibles y políticas internas de protección a la maternidad y a las trabajadoras con responsabilidades familiares, entre otros aspectos señalados por la Organización Internacional del Trabajo, en materia de igualdad de género.

Lo anterior como señala el Informe del Estado de la Nación, es un punto que debemos de tomar en consideración para lograr salir de la crisis actual y mejorar la calidad de vida de la población.