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Multas de tránsito empinan cuesta de enero

Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Martes 13 diciembre, 2011




Ajuste automático del 14% empezará a regir el otro año
Multas de tránsito empinan cuesta de enero

Estancada en el Congreso iniciativa para reducir sanciones

Si es sorprendido cometiendo una infracción de tránsito a inicios del próximo año, la tradicional cuesta de enero sería más empinada para su economía, ya que en promedio las multas sufrirán un aumento del 14%.
En el peor de los casos, usted podría llegar a cancelar hasta ¢468 mil, por violentar la normativa de tránsito.
Estas elevadas multas pudieron haberse evitado si la Asamblea Legislativa hubiera aprobado desde mayo del año pasado una reforma para reducir las sanciones.
Un incremento automático anual es contemplado en la ley de tránsito vigente, por lo que las infracciones por estacionar mal, ser sorprendido hablando por celular mientras maneja, o saltarse una luz roja, entre otras, sufrirán un ajuste desde el primer día de 2012.
Para establecer el aumento del siguiente año, el Consejo de Seguridad Vial (Cosevi) iguala la mayor multa contemplada en la ley de tránsito, al salario actual de un funcionario administrativo del Poder Judicial (¢360 mil mensuales), tras haber recibido los dos aumentos de ley a los que tiene derecho durante el año en curso.
La normativa de tránsito establece una tabla para calcular el incremento en cada una de las infracciones. Así las cosas, adelantar en curva se pena con el 100% de ese sueldo mensual, mientras que los motociclistas que conduzcan sin casco se exponen a una sanción del 75% sobre dicho salario.
Al monto base que cobra el Cosevi, se le agrega un 30% de impuestos para el Patronato Nacional de la Infancia, así como un 3% adicional por mora en caso de que el infractor no cancele la sanción después del primer mes.
De esta forma, la multa más elevada para 2012, incluyendo el gravamen para el Patronato, ascenderá a ¢468 mil para infracciones como manejar sin licencia, conducir bajo efectos del alcohol o no utilizar dispositivos de seguridad para menores.
Algunas de las elevadas multas ya han sido impugnadas ante la Sala Constitucional y en el caso de infracciones como no usar el cinturón o circular sin la revisión técnica, los magistrados han declarado “desproporcionales” sus respectivas sanciones, por lo que el Cosevi no ha tenido otro remedio que cobrar las penas que estipulaba la ley de tránsito anterior a 2008, explica Silvia Bolaños, directora ejecutiva del Consejo.
En ese sentido, los magistrados también tienen bajo su estudio reclamos por las sanciones asociadas por manejar sin licencia, irrespetar la franja amarilla y conducir y hablar por teléfono, pero en estos casos, se siguen cobrando las penas altas porque la Sala IV no se ha pronunciado.
“Con el fallo de los magistrados, si alguien es sorprendido manejando sin cinturón de seguridad, el monto a pagar es apenas de ¢15 mil, mientras que circular sin revisión técnica se pena con ¢10 mil”, añade Bolaños.
La solución es sencilla, pero está entrabada. Desde mayo del año pasado, los diputados empezaron a discutir una reforma a la ley de tránsito, con el objetivo de reducir las elevadas multas que contempla la normativa actual.
El proyecto ya superó la etapa de comisión y la recomendación al Plenario, fue fijar en ¢280 mil la multa más alta, para infracciones como exceso de velocidad o conducción bajo efectos del alcohol.
Sin embargo, la dificultad para ponerse de acuerdo en otros temas como la cantidad de alcohol permitida por litro de sangre, la prestación del servicio de revisión técnica, la obligatoriedad o no de las bolsas de aire, han entorpecido el avance del proyecto.
En estos momentos, la iniciativa se encuentra en su segundo día de mociones vía artículo 137, y legisladores como Carlos Avendaño de Restauración Nacional, anuncian que harán todo lo posible para lograr la cero tolerancia al licor en la nueva ley.
Esto, porque la reforma planteada establece tres tipos de conductores de acuerdo con su experiencia al volante y su condición de particular o profesional, en el caso de taxistas, choferes de bus y otros que se dedican a manejar como fuente de ingreso.
“En el tema del rebajo de las multas estamos totalmente de acuerdo; en lo que no, es en lo que se está tratando de hacer, de dar la facultad a los conductores para que puedan aumentar su ingesta de 0,50 gramos por litro de alcohol en la sangre a 0,75, eso no se vale y no lo vamos a permitir”, concluye Avendaño.

Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net






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