Inmigración ilegal será prioridad de Berlusconi
| Miércoles 16 abril, 2008
Inmigración ilegal será prioridad de Berlusconi
Roma
EFE
El cierre de las fronteras para combatir la criminalidad y la inmigración ilegal, la abolición del impuesto de bienes inmuebles y buscar una salida a la aerolínea Alitalia y a la crisis de las basuras de Nápoles son las prioridades de Silvio Berlusconi, el flamante ganador de las elecciones italianas.
Un día después de imponerse por tercera vez en unos comicios generales y cuando se prepara para formar su cuarto gobierno, Il Cavaliere, de 71 años, se presentó ayer en Roma ante la prensa arropado por sus incondicionales, que le aplaudieron generosamente. Más vehemente que nunca, Berlusconi recordó que ya ha gobernado Italia en dos ocasiones, que el oficio lo ha aprendido y que la primera medida que tomará será celebrar el primer consejo de ministros en Nápoles como muestra de apoyo a la región Campania para acabar con el problema de la basuras acumulada en sus calles.
Su segunda prioridad es Alitalia. Berlusconi se opone a su venta al grupo franco-holandés Air France-KLM y dijo que no será difícil encontrar un grupo de empresarios italianos que se hagan con la compañía de bandera para que siga como tal.
Entre el resto de prioridades que citó destacan la lucha a la criminalidad y a la inmigración irregular con cierre de fronteras, la abolición del impuesto de bienes inmuebles, el aumento de las pensiones de jubilación, los “bonos” de mil euros a los recién nacidos, la reorganización de la Administración del Estado, la modernización de la Justicia y la reforma educativa.
Sobre la seguridad, se mostró dispuesto a cerrar las fronteras y a devolver a los inmigrantes ilegales a sus países de origen, y dijo que aplicará la ley conocida como Bossi-Fini, de 2002, que introdujo el delito específico de inmigración clandestina.
También anunció un incremento de las penas para los delitos más graves.
En medio de una gran expectación, Berlusconi se presentó como un europeísta convencido, bromeó, criticó a la oposición y a la prensa e incluso tuvo tiempo para decir que “gusta” porque es “joven” y afirmar entre risas que el presidente del Gobierno español tendrá “problemas para gobernar con tantas mujeres”.
Roma
EFE
El cierre de las fronteras para combatir la criminalidad y la inmigración ilegal, la abolición del impuesto de bienes inmuebles y buscar una salida a la aerolínea Alitalia y a la crisis de las basuras de Nápoles son las prioridades de Silvio Berlusconi, el flamante ganador de las elecciones italianas.
Un día después de imponerse por tercera vez en unos comicios generales y cuando se prepara para formar su cuarto gobierno, Il Cavaliere, de 71 años, se presentó ayer en Roma ante la prensa arropado por sus incondicionales, que le aplaudieron generosamente. Más vehemente que nunca, Berlusconi recordó que ya ha gobernado Italia en dos ocasiones, que el oficio lo ha aprendido y que la primera medida que tomará será celebrar el primer consejo de ministros en Nápoles como muestra de apoyo a la región Campania para acabar con el problema de la basuras acumulada en sus calles.
Su segunda prioridad es Alitalia. Berlusconi se opone a su venta al grupo franco-holandés Air France-KLM y dijo que no será difícil encontrar un grupo de empresarios italianos que se hagan con la compañía de bandera para que siga como tal.
Entre el resto de prioridades que citó destacan la lucha a la criminalidad y a la inmigración irregular con cierre de fronteras, la abolición del impuesto de bienes inmuebles, el aumento de las pensiones de jubilación, los “bonos” de mil euros a los recién nacidos, la reorganización de la Administración del Estado, la modernización de la Justicia y la reforma educativa.
Sobre la seguridad, se mostró dispuesto a cerrar las fronteras y a devolver a los inmigrantes ilegales a sus países de origen, y dijo que aplicará la ley conocida como Bossi-Fini, de 2002, que introdujo el delito específico de inmigración clandestina.
También anunció un incremento de las penas para los delitos más graves.
En medio de una gran expectación, Berlusconi se presentó como un europeísta convencido, bromeó, criticó a la oposición y a la prensa e incluso tuvo tiempo para decir que “gusta” porque es “joven” y afirmar entre risas que el presidente del Gobierno español tendrá “problemas para gobernar con tantas mujeres”.