Hesjedal ya es un grande
Dinia Vargas dvargas@larepublica.net | Lunes 28 mayo, 2012
Hesjedal ya es un grande
El canadiense ganó el Giro con 16 segundos de ventaja sobre “Purito”
Una contrarreloj puede definir mucho; si no que lo digan Andy Schleck o Cadel Evans cuando en la contrarreloj del año pasado, el segundo conquistó el título del Tour de Francia en esa prueba para llegar luego al paseo por los Campos Elíseos.
Ayer, en otro escenario, tocó el turno de Ryder Hesjedal, el canadiense llegaba con los números favorables a la contrarreloj y dejó en el camino los 31 segundos que le aventajaba Joaquim “Purito” Rodríguez, quien para su desgracia el Giro no termina con un paseo por las calles italianas, como sí sucede en la competencia francesa.
Desde que salió el canadiense su pasó fue arrollador, era un hecho que con cada pedalazo su objetivo se hacía realidad, cada vez descontaba importantes segundos —necesitaba sacar un segundo por kilómetro—, de un recorrido que al final la organización disminuyó de 30 kilómetros a 28,2; además no era tan técnico, las curvas se pueden dar a tope y con buenas rectas era de más de un kilómetro.
La salida de Joaquim Rodríguez se dio dos minutos después de Hesjedal y en el primer control (km 11,7), el canadiense con un parcial de 13:55, ya le había comido 29 segundos a “Purito” (14:24), y unos metros después el norteamericano ya era líder virtual: el GPS marcaba ya 33 segundos a su favor.
Así la diferencia del catalán disminuyó tan rápido, como lo que duran las burbujas de la champaña, que se terminaría descorchando en el podio, y eso hasta le restó a la segunda parte de la jornada un poco de emoción.
Tras de eso, en el segundo punto intermedio (km 22,3), la ventaja de Hesjedal sobre Rodríguez había crecido hasta los 44 segundos, y de ahí hasta la meta el canadiense, sin abandonar su agresividad, la aumentó en tres más.
“Hasta que estuve a cinco kilómetros de llegar a la meta pensé en la victoria final. Es difícil de describir, este es un sueño hecho realidad. Desde el primer día que me puse la “maglia rosa” sabía que tendría la oportunidad de ganar”, dijo el campeón, de 31 años y de padres noruegos.
“Estoy triste porque hemos luchado por la victoria durante los 21 días de carrera. El equipo ha trabajado mucho y bien, y creo que he hecho también una buena contrarreloj final pero, desgraciadamente, Ryder ha sido mejor que yo, así que le felicito porque se ha merecido la victoria”, declaró el líder del Katusha.
Los mejores tiempos de la última etapa fueron para el italiano Marco Pinotti (BMC), con 33:06, seguido del británico Geraint Thomas (Sky), a 39 segundos, y del neozelandés Jesse Sergeant (RadioShack), a 53. Hesjedal fue sexto, a 1:09 y Purito Rodríguez invirtió 47 segundos más que su rival.
El belga Thomas de Gendt, que necesitaba restar 28 segundos a Michele Scarponi para arrebatarle el tercer puesto en el podio final, logró su objetivo al batir al italiano por 53.
De esta forma 16 segundos fueron suficientes para que Ryder se convierta en el primer canadiense en poner su nombre en la gloria del Giro.
Con lágrimas en los ojos en el Duomo de Milán, Hesjedal firmó su victoria más importante en uno de los Giros que se definen por tan poca diferencia.
Consulta: EFE y www.gazzetta.it
Dinia Vargas
dvargas@larepublica.net
El canadiense ganó el Giro con 16 segundos de ventaja sobre “Purito”
Una contrarreloj puede definir mucho; si no que lo digan Andy Schleck o Cadel Evans cuando en la contrarreloj del año pasado, el segundo conquistó el título del Tour de Francia en esa prueba para llegar luego al paseo por los Campos Elíseos.
Ayer, en otro escenario, tocó el turno de Ryder Hesjedal, el canadiense llegaba con los números favorables a la contrarreloj y dejó en el camino los 31 segundos que le aventajaba Joaquim “Purito” Rodríguez, quien para su desgracia el Giro no termina con un paseo por las calles italianas, como sí sucede en la competencia francesa.
Desde que salió el canadiense su pasó fue arrollador, era un hecho que con cada pedalazo su objetivo se hacía realidad, cada vez descontaba importantes segundos —necesitaba sacar un segundo por kilómetro—, de un recorrido que al final la organización disminuyó de 30 kilómetros a 28,2; además no era tan técnico, las curvas se pueden dar a tope y con buenas rectas era de más de un kilómetro.
La salida de Joaquim Rodríguez se dio dos minutos después de Hesjedal y en el primer control (km 11,7), el canadiense con un parcial de 13:55, ya le había comido 29 segundos a “Purito” (14:24), y unos metros después el norteamericano ya era líder virtual: el GPS marcaba ya 33 segundos a su favor.
Así la diferencia del catalán disminuyó tan rápido, como lo que duran las burbujas de la champaña, que se terminaría descorchando en el podio, y eso hasta le restó a la segunda parte de la jornada un poco de emoción.
Tras de eso, en el segundo punto intermedio (km 22,3), la ventaja de Hesjedal sobre Rodríguez había crecido hasta los 44 segundos, y de ahí hasta la meta el canadiense, sin abandonar su agresividad, la aumentó en tres más.
“Hasta que estuve a cinco kilómetros de llegar a la meta pensé en la victoria final. Es difícil de describir, este es un sueño hecho realidad. Desde el primer día que me puse la “maglia rosa” sabía que tendría la oportunidad de ganar”, dijo el campeón, de 31 años y de padres noruegos.
“Estoy triste porque hemos luchado por la victoria durante los 21 días de carrera. El equipo ha trabajado mucho y bien, y creo que he hecho también una buena contrarreloj final pero, desgraciadamente, Ryder ha sido mejor que yo, así que le felicito porque se ha merecido la victoria”, declaró el líder del Katusha.
Los mejores tiempos de la última etapa fueron para el italiano Marco Pinotti (BMC), con 33:06, seguido del británico Geraint Thomas (Sky), a 39 segundos, y del neozelandés Jesse Sergeant (RadioShack), a 53. Hesjedal fue sexto, a 1:09 y Purito Rodríguez invirtió 47 segundos más que su rival.
El belga Thomas de Gendt, que necesitaba restar 28 segundos a Michele Scarponi para arrebatarle el tercer puesto en el podio final, logró su objetivo al batir al italiano por 53.
De esta forma 16 segundos fueron suficientes para que Ryder se convierta en el primer canadiense en poner su nombre en la gloria del Giro.
Con lágrimas en los ojos en el Duomo de Milán, Hesjedal firmó su victoria más importante en uno de los Giros que se definen por tan poca diferencia.
Consulta: EFE y www.gazzetta.it
Dinia Vargas
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