Hacia la sociedad del conocimiento
| Martes 09 octubre, 2007
Hacia la sociedad del conocimiento
Desde hace varios años, se viene discutiendo, teorizando y escribiendo sobre la necesidad de adaptarnos al mundo moderno de la sociedad de la información y del conocimiento, sin que a esta fecha en Costa Rica se hayan dado siquiera los primeros pasos o establecido las políticas educativas urgentes para enrumbarnos en el camino correcto. Otra cosa muy diferente ha sido la de adaptar los procedimientos y formularios burocráticos estatales y solicitud de citas, a su entrega por medio de Internet, lo que ha sido bautizado como el Gobierno Digital.
Para avanzar en la ruta hacia una sociedad de la información digital, me permito sugerir los siguientes pasos en un casi estricto orden secuencial:
a) Conectar en banda ancha a Internet, todos los centros educativos y oficinas públicas, ya sea por el ICE, por RACSA o por cualquier otra empresa privada que ofrezca el servicio, al mejor precio y en el menor tiempo posible. Sin la colaboración de operadores privados, el proyecto sería simplemente una quimera.
b) Proveer de terminales apropiadas a estos centros de información públicos, ya sea por medio del presupuesto nacional, por medio de donaciones, o por la gestión de los padres de familia ante la comunidad empresarial circundante. Sin la colaboración de la empresa privada, la dotación de máquinas sería una espera de años.
c) Capacitar a los docentes que tendrán a cargo la enseñanza en el uso de los programas de navegación, búsqueda de información, y aprendizaje en general a través de Internet. Esta capacitación es cuestión de horas, no de semanas.
d) Abrir al público, a manera de Internet cafés o “hotspots”, los centros de información ya instalados en escuelas, colegios y oficinas públicas, para que la comunidad aledaña también pueda acceder a la búsqueda de información por medio de Internet. La existencia de un punto de acceso inalámbrico público, convierte cualquier espacio bajo techo en las inmediaciones, en un datacentro público y virtual.
e) Apertura total para la venta de dominios punto CR, con el fin de estimular el masivo establecimiento de servidores de información y contenido en el territorio nacional. La actual restricción en la asignación de dominios es una clara política contraproducente para el desarrollo de nuestras propias bases de datos y bibliotecas de información, con miras a crear mecas del conocimiento.
Una vez alcanzadas las metas anteriores, podremos decir que hemos avanzado hacia una sociedad más intercomunicada e informada. Pero para dar el salto hacia la sociedad del conocimiento, será necesario diseñar políticas claras y definidas para inculcar hábitos y cultura de investigación, a partir de la escuela primaria y con firme continuidad en la secundaria y universitaria. ¿Que nos ofrece la Universidad de Costa Rica al respecto? ¿O será que está terriblemente ocupada en la interminable lucha por el poder político?
Ricardo Trujillo
rtrujillo@ieee.org
Ced.# 8-0077-0211
Desde hace varios años, se viene discutiendo, teorizando y escribiendo sobre la necesidad de adaptarnos al mundo moderno de la sociedad de la información y del conocimiento, sin que a esta fecha en Costa Rica se hayan dado siquiera los primeros pasos o establecido las políticas educativas urgentes para enrumbarnos en el camino correcto. Otra cosa muy diferente ha sido la de adaptar los procedimientos y formularios burocráticos estatales y solicitud de citas, a su entrega por medio de Internet, lo que ha sido bautizado como el Gobierno Digital.
Para avanzar en la ruta hacia una sociedad de la información digital, me permito sugerir los siguientes pasos en un casi estricto orden secuencial:
a) Conectar en banda ancha a Internet, todos los centros educativos y oficinas públicas, ya sea por el ICE, por RACSA o por cualquier otra empresa privada que ofrezca el servicio, al mejor precio y en el menor tiempo posible. Sin la colaboración de operadores privados, el proyecto sería simplemente una quimera.
b) Proveer de terminales apropiadas a estos centros de información públicos, ya sea por medio del presupuesto nacional, por medio de donaciones, o por la gestión de los padres de familia ante la comunidad empresarial circundante. Sin la colaboración de la empresa privada, la dotación de máquinas sería una espera de años.
c) Capacitar a los docentes que tendrán a cargo la enseñanza en el uso de los programas de navegación, búsqueda de información, y aprendizaje en general a través de Internet. Esta capacitación es cuestión de horas, no de semanas.
d) Abrir al público, a manera de Internet cafés o “hotspots”, los centros de información ya instalados en escuelas, colegios y oficinas públicas, para que la comunidad aledaña también pueda acceder a la búsqueda de información por medio de Internet. La existencia de un punto de acceso inalámbrico público, convierte cualquier espacio bajo techo en las inmediaciones, en un datacentro público y virtual.
e) Apertura total para la venta de dominios punto CR, con el fin de estimular el masivo establecimiento de servidores de información y contenido en el territorio nacional. La actual restricción en la asignación de dominios es una clara política contraproducente para el desarrollo de nuestras propias bases de datos y bibliotecas de información, con miras a crear mecas del conocimiento.
Una vez alcanzadas las metas anteriores, podremos decir que hemos avanzado hacia una sociedad más intercomunicada e informada. Pero para dar el salto hacia la sociedad del conocimiento, será necesario diseñar políticas claras y definidas para inculcar hábitos y cultura de investigación, a partir de la escuela primaria y con firme continuidad en la secundaria y universitaria. ¿Que nos ofrece la Universidad de Costa Rica al respecto? ¿O será que está terriblemente ocupada en la interminable lucha por el poder político?
Ricardo Trujillo
rtrujillo@ieee.org
Ced.# 8-0077-0211