Gratitud con Dios, Costa Rica, la Academia de Centroamérica y con muy especiales amigos

Miguel Angel Rodríguez marodrige@gmail.com | Lunes 26 abril, 2021

Esta semana, por medio de las redes de Internet, como es la etiqueta en estos tiempos del COVID-19, la Academia de Centroamérica presentó el libro de ensayos de algunos de sus economistas editado en mi honor. Es un reconocimiento que debo a Dios que me ha permitido pasar de los 80 años sin aún llamarme a cuentas; a Costa Rica que me dio el privilegio de educarme y desarrollarme en este amable y propicio lugar de la tierra y a la Academia que así honra a sus fundadores que llegamos a esa etapa de la vida o que antes la han abandonado.

Por supuesto la gratitud de mi familia y mía es inmensa.

Hemos recibido un honor brindado por una institución que por 52 años ha marcado una ruta de seriedad intelectual y viabilidad política a la conformación de las políticas públicas. Es una gran distinción haber estado en el grupo de fundadores y en la primera presentación pública de sus trabajos, aunque la verdad no he sido de los más asiduos colaboradores por mi dedicación a las empresas, la política y la enseñanza universitaria.

Una institución en cuya formación participaron verdaderos maestros míos.

Una institución con la que pude colaborar desde la Presidencia de ANFE en preparar y ayudar a recorrer el cambio de modelo y la apertura económica que se inicia en los ochenta.

Una institución pionera en el estudio serio de nuestra pobreza.

Una institución que ha sido fundamental en alumbrar los cambios en nuestro sistema financiero.

Una institución que sigue marcando la ruta en procura de políticas públicas que nos permitan incrementar la innovación, la productividad y el crecimiento económico para alcanzar nuevos niveles de bienestar social.

La gratitud es también para Eduardo Lizano, el Presidente de la Academia que ideó esta publicación, la dirigió y luchó contra las limitaciones de tiempo de los amigos que colaboran con sus artículos, para poder contar con sus valiosas contribuciones. La persona que nos reunió con la idea de crear esta querida institución y quien durante más años la ha dirigido. Eduardo Lizano que -después de tantos aportes al desarrollo nacional- sigue incansable contribuyendo a las necesarias transformaciones del Gran Reinicio posterior a la COVID-19, como lo hace en su artículo sobre política industrial en este libro, en el cual también me regala una generosa semblanza escrita con ojos de afecto.

Me han honrado también en esta ocasión tan especial Ricardo Monge el actual Presidente de la Academia quien con generosidad y afecto dirigió la presentación y participa con un importante artículo en el libro, y los otros distinguidos profesionales que a él incorporan los frutos de sus conocimientos y de su capacidad profesional, todos queridos y admirados amigos, a quienes también debo muy valiosas colaboraciones en actividades que me ha tocado ejecutar a lo largo de mi vida: Tomás Dueñas, Álvaro Cedeño, Thelmo Vargas, Claudio González junto con Isaí Guízar y Mario Miranda, Edna Camacho, Norberto Zúñiga, Ronulfo Jiménez, Andrés Rodríguez, Eduardo Lizano , Ricardo Monge, Pablo Villamichel, y Edgar Robles.

Desde los mas variados puntos de vista de la economía -historia económica, toma de decisiones, financiamiento, finanzas públicas, economía laboral, comercio exterior, desarrollo económico- los autores nos ayudan a extraer enseñanzas de la ejecución de políticas públicas; aprovechan y extienden el análisis económico en áreas específicas, para indicarnos maneras de diseñar políticas públicas eficaces y eficientes; y nos aportan criterios -no solo económicos sino también éticos y políticos- para la elaboración de “buenas” políticas públicas.

Todas las contribuciones son valiosas, tanto por su utilidad para formular políticas públicas adecuadas, como por su valor para los cursos de estudio de las universidades. Con estos aportes, los autores hacen que la Academia de Centroamérica siga contribuyendo con el país.

En la presentación del libro además de Eduardo y Ricardo participaron Rolando Lacé y Edna Camacho.

Sus muy emotivas, cuidadosas y documentadas exposiciones, llenas de vivencias personales, nos emocionaron en extremo a mi familia y a mí, y nos comprometen con imperecedera gratitud. Rolando y Edna con la inmensa generosidad que surge de su afecto, repasaron las más diversas facetas de mi vida, en la que he tenido la dicha de compartir con ellos, representantes de muy diferentes generaciones. Desde la Escuela Buenaventura Corrales en 1947 hasta los años actuales de vida en familia, de estudio, de intercambios con personas interesadas en temas que nos atañen y de publicaciones. El Colegio y la Universidad. La participación temprana en política en los cincuenta y en el gobierno de don José Joaquín Trejos. La enseñanza en las universidades desde aquellos tiempos. La vida empresarial. Las luchas desde la Presidencia de ANFE para la transformación de nuestra economía y el rescate de la libertad. Mis estudios y publicaciones. La contribución a la formación ideológica del PUSC con la síntesis entre liberalismo político y económico con el pensamiento social del cristianismo. El inicio en el Kamakiri de mi actividad político electoral. La Asamblea Legislativa impulsando reformas legales y constitucionales a nuestra economía y a nuestro estado. El gobierno, en el cual ambos me ayudaron de forma muy importante como lo hizo la mayoría de los autores del libro. La cárcel y los juicios. Las discusiones de los últimos años sobre las transformaciones para el Gran Reinicio que renueve y reactive nuestro progreso.

Gracias en especial a Edna y a Rolando por con justicia reconocer que ha sido una vida de construir unidos Lorena y yo.

Gracias también a Gloriana Ivankovich, a Josué Martínez, a Gréttel Dondi y todas las amables personas que hicieron posible el lanzamiento de este libro y también gracias a quienes participaron en su lanzamiento o lo aprecian hoy en el Facebook de la Academia de Centroamérica.

Para todos, mi gratitud, la gratitud de Lorena, de nuestros hijos y nietos. Este libro y su presentación son un regalo maravilloso que no podemos agradecer suficientemente. QUE DIOS SE LOS PAGUE

Gratitud con Dios, Costa Rica, la Academia de Centroamérica y con muy especiales amigos

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