Eliminar los incentivos para autos eléctricos y propiciar la competencia: Economista

En el contexto del proyecto de ley propuesto por Gilbert Jiménez en Costa Rica, que busca regular los incentivos para autos eléctricos estableciendo límites en los márgenes de comercialización, la perspectiva de Leiner Vargas emerge como una voz destacada.

Vargas, reconocido economista del país, aboga por una transición natural en las políticas de incentivo, argumentando que permitir que la ley actual de incentivos a autos eléctricos culmine es crucial para el desarrollo sostenible del mercado automotriz.

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Vargas sostiene que "Lo mejor es permitir que la ley de incentivos a autos eléctricos culmine.Me parece que lleva un proceso muy natural de lo que uno podría llamar una ley de entrada, de tecnología nueva".

Argumenta que el ciclo natural de cualquier ley de entrada para tecnologías emergentes implica una fase inicial de incentivos significativos, seguida por una disminución gradual conforme el mercado se ajusta y la tecnología se vuelve más accesible.

"Me parece que algunos de los incentivos al principio eran muy altos, pero ya son sustantivamente más bajos, como el tema del marchamo, como el tema del no circular, como el tema del incentivo, digamos, de exoneración de los impuestos en algún segmento", admite Vargas, señalando ejemplos como la exoneración de impuestos y beneficios relacionados con el marchamo y restricciones de circulación.

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Sin embargo, destaca que con el tiempo estos beneficios han ido disminuyendo en términos absolutos, reflejando una estrategia para equilibrar el apoyo inicial con la sostenibilidad fiscal a largo plazo.

El economista también subraya la importancia de fomentar la competencia en el mercado de autos eléctricos. La entrada de marcas chinas, según él, ha contribuido significativamente a la reducción de precios y a la ampliación de la oferta, haciendo que los vehículos eléctricos sean más accesibles para un segmento más amplio de la población costarricense.

"Es crucial fomentar la competencia", enfatiza Vargas, argumentando que esto no solo beneficia a los consumidores al ofrecer precios más competitivos, sino que también impulsa la innovación y la mejora continua en términos de calidad y tecnología.

Además, Vargas hace un llamado a reconsiderar las políticas crediticias en el contexto actual de cambio climático. Sugiere que las instituciones financieras deberían adoptar políticas de tasas de interés ecológicas, alineadas con los esfuerzos globales por reducir las emisiones de carbono y promover prácticas más sostenibles.