El modelo económico imperante en Latinoamérica ha provocado desigualdad y pobreza

En muchos países de América del Sur y Centroamérica se ha utilizado un modelo económico que potencia los aspectos macroeconómicos como incremento del PIB, la inflación, déficit fiscal y disminuir la deuda, en detrimento de los programas sociales y el abandono del sector agrícola, lo que provocado incremento en la desigualdad social y que el nivel de pobreza se incremente o se mantenga.

El país que aplicaba este modelo, y que se establecía como una economía boyante como es Chile, entró en crisis por fuertes protestas en las calles debido a la desigualdad social y la pobreza imperante. Las protestas han agudizado la crisis social. Es importante mencionar que “Chile es el único país del mundo que mantiene privatizadas sus fuentes de agua desde la dictadura. Aquí los empresarios pueden comprar, vender o arrendar agua”, resalta Rodrigo Mundaca, líder del Movimiento de Defensa del Agua, la Tierra y Protección del Medio Ambiente.

Se han dado grandes problemas de corrupción y se privatizaron muchas entidades públicas. Nos vendieron al modelo chileno como uno exitoso de crecimiento e igualdad, y era una gran mentira, afirmó Atilio Borón, analista internacional.

Y en Chile existe una gran desigualdad social. Es pertinente señalar que la desigualdad social ha venido creciendo a nivel mundial, tanto a nivel global, de regiones y de países. Se ha presentado una disminución en la parte de renta global del 2,3% al 1,4% que corresponde al 20% de la población más pobre del planeta, frente al aumento del 70% al 85% que ha registrado el 20% más rico.

En el caso de Costa Rica, está en el top 10 de los países más desiguales del mundo, la pobreza sigue creciendo y actualmente está en un 21.1% % y el nivel de desempleo es el más alto de los últimos 10 años, pues alcanza un 12%. Las causas son muchas: un manejo ineficiente de los recursos que maneja el sector social compuesto por más de 20 entidades públicas y varias entidades privadas que colaboran, la corrupción, el que se den ayudadas a personas que no son pobres, los modelos económicos que se han aplicado que se centran en aspectos macroeconómicos como déficit fiscal, nivel de inflación y crecimiento del PIB, en detrimento de las personas.

De acuerdo con el administrador de empresas y exasesor legislativo Jorge Herrera Fernández “Los fondos para ayudar a los más pobres son sacrificados ante otras necesidades presupuestarias y no siempre se da el uso que señala la ley.

En los últimos 24 años, el porcentaje de población en estado de pobreza general ha permanecido en un 20% y el de pobreza extrema alrededor del 6%.

Pese a leves disminuciones de corto plazo durante el período, las cifras siempre han regresado a sus valores entre un 20.0% y un 21%. Por lo que se perpetúa así la pobreza en una quinta parte de población. Las causas de la desigualdad social son principalmente económicas, culturales y sociales.

No es factible en las condiciones actuales, eliminar la pobreza y la desigualdad, dado que se utiliza un modelo económico que potencia la economía sobre el ser humano, y se da énfasis a aspectos macroeconómicos como la inflación, déficit fiscal y tipo de cambio. La pobreza y la inequidad son la consecuencia de un modelo que no hace una distribución equitativa de la riqueza. La tarea prioritaria debe ser el construir un nuevo orden social que se sustente en una justa distribución de la riqueza. Por otro lado, es necesario fortalecer la educación para que sea el motor que disminuya la pobreza y la desigualdad. Es tiempo de que, como sociedad, partamos de la premisa de que la pobreza y desigualdad–cualquiera que sea su magnitud—ha dejado de ser éticamente aceptable. La erradicación de la pobreza y disminución de la desigualdad en Costa Rica es un deber ineludible e impostergable para propiciar el bienestar general de las mayorías

Lic. Bernal Monge Pacheco

Consultor