El amanecer de los neobanks

Año 2020. En medio de cambios inesperados e inéditos que experimentamos tanto a nivel social como económico, Costa Rica tiene una gran oportunidad de digitalizar su economía y ser un ícono a nivel de la región. Es el amanecer de los neobanks, empresas tecnológicas que se dedican a crear soluciones financieras 100% digitales, agradables y sencillas.

Las herramientas e innegables atractivos de la industria fintech son un oasis para la ciudadanía, para la población no bancarizada, para los trabajadores independientes, informales y para que los pequeños empresarios puedan hacerle frente a las inclemencias de estos tiempos.

Según datos del Banco Mundial, la población no bancarizada de Costa Rica ronda el 32%. Muchas de estas personas han intentando abrir una cuenta en alguna entidad bancaria tradicional, pero producto de la burocracia y procesos engorrosos durante sus gestiones sus solicitudes han sido rechazadas y quedan fuera del sistema financiero. 

El objetivo principal de los neobanks es crear constantes soluciones para simplificar los servicios financieros; carecen de instalaciones físicas y viven en una aplicación para teléfonos inteligentes. Es decir, están siempre al alcance de la mano. 

Contrario a los bancos tradicionales, los neobanks no tienen cajeros humanos en labores de dispensar dinero en efectivo. La tecnología financiera de la mano con las tendencias de los neobanks busca eliminar o reducir las transacciones con billetes y monedas evitando la transmisión de virus y bacterias a la que nos exponemos en estas transacciones físicas.

Su filosofía es “customer centric” y así se crea un impacto directo en la experiencia del usuario. Existen múltiples funcionalidades: cuentas de ahorro, tarjeta de débito, transferencias bancarias, reportes en tiempo real y educación financiera, entre otros. Sin embargo, de cara al cliente, todas estas funcionalidades deben tener como denominador común la agilidad y la fluidez.

A nivel internacional existen neobanks sumamente exitosos como es el caso de Nubank en Brasil, Monzó y Revolut en el Reino Unido y N26 en Alemania. En esos países irrumpieron en un mercado bancario consolidado pero chapado a la antigua y sin la capacidad o interés de innovar.

Nubank, con solo 7 años de operar, tiene cerca de 20 millones de usuarios; el año pasado recibió una valoración de aproximadamente $10 mil millones, y hoy es el neobank con la valoración más alta en el mundo.(Business Insider. 0ct,2019)

Costa Rica es terreno fértil para la disrupción. Existen casi dos celulares inteligentes por persona, una penetración cercana a un 180%; las generaciones de los millennials y centennials cubren aproximadamente un 60% de la fuerza laboral y tienen una mentalidad financiera muy diferente y, por ende, su apetito por la banca tradicional es casi nulo. Además, su vida gira 100% alrededor de su teléfono inteligente. Estas generaciones crecen en un mundo digital y su razonamiento está modelado bajo una línea de velocidad y agilidad en los procesos. 

La velocidad y bajo costo en las transacciones que ofrecen los neobanks son elementos vitales para estos nuevos ciudadanos. Su servicio revolucionario y la digitalización de las finanzas le abre las puertas a los usuarios a una mejor calidad de vida.

La tecnología en la banca es una obligación con el progreso de un país y con su economía pero además, y muy importante, es una forma de inclusión que nos beneficiará a todos.

Clifford Smith

Administrador

clifford.smith@omni.cr