Declaración jurada y no un certificado será válido para garantizar capacidades de personal en turismo de aventura

Una declaración jurada de las empresas que respalde la experiencia y la capacidad de sus colaboradores para desarrollar el turismo de aventura, sería la salida a un viejo conflicto entre el ICT y los operadores de turismo.

La idea, es garantizar la continuidad de este tipo de turismo en el país, a la vez, que se deja en las empresas la completa responsabilidad de entrenar y velar por la idoneidad de sus trabajadores.

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Y es que desde hace años se viene “pateando el balde” sobre el reglamento de turismo de aventura que exigía certificar a los trabajadores de este sector, ya que en el país no hay organizaciones que se encarguen la certificación.

Paralelamente, hay personal que lleva más de 20 años trabajando en estas áreas y en la práctica no requiere de mayor entrenamiento del que ya tienen, o bien, se trata de personas que se entrenaron fuera del país y que sus certificaciones no son válidas en Costa Rica.

En ese sentido, la idea es que ese entrenamiento internacional sea permitido para recibir una acreditación de turismo de aventura y darle al operador de turismo, la categoría de operador calificado.

Tras reuniones del sector público y privado, y después de una consulta pública de la propuesta, el reglamento podría estar firmado en los próximos días, ya que está en las manos del presidente Rodrigo Chaves.

“Esta reforma, lo que viene es a dar una solución definitiva al problema que tenemos hace años (…) Tenemos el caso de personas que pueden acreditar experiencia de muchísimos años en esto y que no tienen certificación, pero sí tienen los conocimientos. Queremos reconocer esto”, dijo Francisco Coto, director jurídico del Instituto Costarricense de Turismo (ICT).

Con esta reforma definitiva, las empresas podrían incluir dentro de su personal gente acreditada como guía de turismo, personal que tenga un respaldo de su experiencia y expertos con la certificación internacional para actividades de mayor riesgo, que pueda ser homologada.

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Sin embargo, surgen dudas sobre el tema de la declaración jurada que realizarían las empresas y la experiencia que tendrían estas personas para estas actividades menos calificadas, por lo cual los diputados de la comisión de Turismo piden que se garantice la seguridad de los turistas antes de aprobar dicho reglamento.

“A mí lo que me preocupa es cómo estamos pasando de una certificación a una declaración jurada. A mí esa es la parte que me preocupa, si es cierto, no es una profesión, es un oficio, pero es un oficio técnico especializado”, dijo Ada Acuña, diputada de Progreso Social Democrático.

Delimitar las áreas que son técnicas y otras más riesgosas o especializadas, es necesario para garantizar cada una de las actividades de aventura que se realizan en el país, según Carolina Delgado, legisladora de Liberación Nacional.

De igual manera, el tema de la seguridad de los turistas y la imagen del país es lo que inquieta a María Marta Carballo, diputada de la Unidad Social Cristiana.

“Me parece que queda por ahí una sensación de que no se está dando una real seguridad a los turistas que vienen a practicar el turismo de aventura, me preocupa porque Costa Rica es un país líder en turismo de aventura. Me preocupa y no puedo dejar de mencionar que hay guías que se han acercado a mi despacho y no están de acuerdo con este tema, hay cierto sector del gremio que no está de acuerdo con lo planteado”, dijo Carballo.

Debido a que hay intereses creados en este tema del turismo de aventura, no se le puede “quedar bien” a todos los sectores involucrados, pero es la mejor alternativa que se pudo encontrar, según William Rodríguez, ministro de Turismo.

Para la reforma del reglamento participaron representantes del ICT, Ministerio de Salud, Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y de algunas asociaciones de guías de turismo.