Turismo de aventura se paralizaría por incumplimiento de certificación de guías

A mediados de septiembre, el turismo de aventura podría sufrir un fuerte golpe.

La exigencia de un certificado de capacitación para los guías tiene a los empresarios en problemas, ya que no solo se está solicitando el demostrar tener conocimiento en el área, sino también cursos de primeros auxilios y hasta el bachillerato de secundaria.

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Senderismo, tours a caballo, parapente, rafting, kayak, canopy, rapel y uso de cuadraciclos son parte de las actividades que se incluyen dentro de la nominación de turismo de aventura que estipula el “Reglamento para la Operación de Actividades de Turismo de Aventura” de Salud y Turismo.

El pasado 16 de junio se dio un plazo de tres meses para que el personal de las empresas de turismo de aventura demostrara su conocimiento; sin embargo, a pocos días de que venza el plazo los empresarios advierten de los problemas que se avecinan, incluyendo la paralización de servicios y más desempleo en las zonas rurales.

El problema, es que no existen en el país dependencias públicas, ni privadas que certifiquen a los guías de aventura, según la Asociación Operadores de Aventura

“Ese decreto nos crea un problema, porque nos va a limitar el personal que podemos contratar. Por ejemplo, en algunos casos la certificación que se está pidiendo es la de un guía general con un poquito más de conocimientos del área específica que van a operar, incluso hay empleados que tienen hasta 20 años de estar trabajando y ahora les dicen que sin la certificación no van poder seguir trabajando”, dijo Roy Estrada, dueño parques de turismo de aventura.

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Con 25 años de experiencia en la actividad, asegura que los empleados están bien preparados para primeros auxilios y para prevención de accidentes; además, señala que una de las principales limitaciones para lograr la acreditación es la falta de instituciones que capaciten a los trabajadores.

No poder cumplir con los requisitos es la principal razón por la que los empleados de estas empresas de aventura no están inscritos, según Álvaro Barrantes, representante de la Asociación de Operadores de Aventura.

“Nos tienen metidos en una camisa de fuerza, en ese Reglamento de Operadores de Aventura, donde nos exigen que todos nuestros guías sean certificados, nosotros como tal no nos oponemos a la certificación de los guías, lo que pasa es que nos están poniendo un requisito que no es posible cumplir porque no existe la plataforma de capacitación o entrenamiento pública ni privada, que logre se certifique el 100% de los guías de aventura”, dijo Barrantes.

Uno de los requisitos para los cursos de certificación pedidos por el ICT es que los empleados tengan aprobado el bachillerato, pero los empresarios reclaman que muchos de sus trabajadores no tienen ese nivel académico, pero lo compensan con más de 20 años de experiencia en la actividad.

Interceder ante el ICT y el Ministerio de Salud para modificar ese reglamento, es lo que piden los empresarios a los diputados de la comisión especial de turismo, antes de que la nueva prórroga vuelva a vencer el 16 de septiembre.

“Desde el punto de vista de los empresarios de turismo de aventura, los que manejamos los parques, lo que más nos interesa, es que no haya accidentes, entonces requerimos más cursos de primeros auxilios y más cursos de inglés, les pido que intercedan ante el INA”, agregó Estrada.

Una declaración jurada, entre los guías y los empresarios, que el personal está capacitado para desarrollar labores específicas como rafting, canopy o rapel, es la solución inmediata que piden los dueños de los parques de aventura.

El artículo 12 del reglamento exige guías capacitados y calificados para cada actividad específica que se realiza, los cuales, deben tener la debida licencia otorgada por el ICT en la categoría respectiva, sin embargo, si al 16 de septiembre no cumplen con este requisito, estarían incumpliendo la normativa y ponen en riesgo el permiso sanitario de funcionamiento.

Este artículo hace referencia al personal de las empresas dedicadas a las actividades de turismo que cuenten con la declaratoria turística del ICT.